Historia / Referencias históricas


 

Fuente: La Hoja del Municipio de Haría nº 478

Nos vamos a referir a recordar y comentar algunos detalles que inciden en la amplia zona de "Debajo del Risco", en el Municipio de Haría. Se trata de una zona de los riscos adentro, desde un acantilado casi en vertical por muchos sitios, que abarca desde la Caleta de Famara en Teguise, hasta la Punta de Fariones en Órzola, que luego continúa hasta la Playa Grande Órzola o de la Cantería, pero que ya su denominación es la de Los Fariones.

Son muchas las personas de este Municipio y hasta de otros lugares, que han perdido la vida por precipitarse en el Risco y volar a veces hasta centenares de metros, y ello en su mayor parte por descuidos de las personas que se han desriscado, pero también algunos, hasta por querer dejar su vida en este acantilado.

La mayor parte de los desriscados, de los que sabemos muchos nombres y apellidos, lo ha sido por falta de precaución cuando han estado casando pardelas, o también conejos o palomas, pero también por meterse a coger orchilla o musgo, en una época de tanta pobreza, en que hasta las mujeres se introducían en el risco para recoger y comerciar para tintes, dicho producto, pero también se ha dado el caso de pérdida de equilibrio de cazadores e incluso de personas que andaban por esas peligrosas laderas y hasta por pasar simplemente por la Vereda del Risco hacia la Graciosa.

Digamos que en esta zona se hallan ubicadas las salinas denominadas de "Debajo del Risco", o "Del Risco", que son las más antiguas de Canarias, y a las que se le asigna una antigüedad que se remonta al siglo XV, pero es que además se trata de unas salinas naturales, en que el agua sale y entra según el mar llena o baje. Muchos barcos fondearon en "El Río", para aprovisionarse de sal de estas salinas Fue una joya.

Es una zona rica en agua, pues se conocieron muchas fuentes y manantiales, ya en desuso y que sirvieron para dar de beber a los muchos animales que se depositaban en dicha zona en tiempos secos, para que escaparan estos animales, de toda la isla, y a veces se echaban fuera y hacían daños en la zona de Ye más cercana a los riscos.

Fue vía de acceso ordinaria para comunicación con La Graciosa, con esas mujeres con cestas de pescado, y otra mano a coger el niño, con transporte de fallecidos.