Historia / Referencias históricas


 

El ser humano desde siempre ha tenido que sudar para ganarse el sustento y la vida y digamos que el hombre está condenado a ganarse el pan con el sudor de su frente desde los orígenes de la vida.

Pero el hombre siempre ha tenido una salida con ayuda de animales para labrarse su trabajo, pero no nos remontemos tan lejos y hagamos referencia a los últimos siglos y digamos que es sabido que en nuestro entorno, el hombre se ha valido del camello y el burro, como animales auxiliares de carga, aparte de otros como la yegua, el caballo y el mulo, como auxiliares más rápidos de desplazamientos a lugares más lejanos.

También ha contado con los animales domésticos que le han proporcionado la leche, la carne y los huevos y así en la totalidad de las casas habían cabras en número indeterminado, dependiendo de las posibilidades, con pocas ovejas en esta isla y con algunas vacas en pocas casas, porque estos animales grandes llevan unas medidas de acomodamiento y atendimiento especiales, y habían gallinas en todas las casas.

Pero también ha tenido el hombre (me refiero al género humano), a sus animales de compañía como son el perro, considerado y con razón como el mejor amigo del hombre, que han existido en muchas versiones, como perros de caza para muchos que ejercitaba la cacería de conejos y pardelas, los perros bardinos, los perros zatos en muy distintas modalidades y más tarde empezaron a verse esos perros de grandes orejas gachas como los pastores alemanes, con un semblante o cara de perro. Además, tenemos los gatos desde siempre que en el mes de enero, nos han cantado sus necesidades amorosas, y que luego parían tantas crías que no era posible criarlos todos y había que matarlos recién nacidos estrellándolos o tirándolos contra la pared o metidos dentro de un saco, y eso es lo que había, es la verdad y no podemos ahora juzgar que fuera bueno o malo.

Estamos refiriéndonos a una época en que no habían coches ni camiones, o apenas empezaban a vislumbrarse y únicamente se contaba a nivel cotidiano para los desplazamientos como una bicicleta o también se contaban con algunos pocos carros, pero tirados por animales, porque sin ellos el hombre era impotente.

Sabemos que a finales del siglo XIX y siglo XX se llevaron camellos, y vacas para la isla de La Graciosa, cruzando el trayecto del Río, que es más o menos un kilómetro y la verdad es que los camellos sin saber nadar llegaban a la otra orilla con penas y trabajos, pero algunas vacas lo pasaban mal y morían en el trayecto, ya que se ahogaban, pero cosa curiosa, que no eran del agua tragada por la boca sino por el conducto trasero. Los animales pequeños no tenían mayor problema, ya que se llevaban en esos barquitos de vela, aunque a veces se caían al mar y se recogían luego como se podía.

No podemos olvidarnos de sus muchos ganados de cabras que pasaban por nuestras calles y caminos de tierra, dejando detrás un montón de estiércol que algunos luego recogían.