Historia / Referencias históricas

 

 

           

            En la antigüedad, una gran parte de las casas de familias agricultoras más fuertes, en la isla de Lanzarote, y en nuestro entorno hariano, tenían una ERA, unas eran más grandes y otras más pequeñas, según el volumen de los cultivos que tuviera para trillar, pero también habían muchos agricultores que no tenían esa Era, y se valían de otros agricultores que la tuvieran,  como familiares o vecinos para verificar sus trillas. Y es que antes, la mayor parte de las familias, tenía algo que trillar.

            Las Eras eran un buen espacio para recoger el agua de las lluvias, y dondequiera que hubiera una era, había siempre un aljibe, y es que el agua que se producía a partir de ellas, era la más pura y la más limpia y la más pura con que se contaba para beber y hacer de comer, porque el resto de los aljibes se nutrían de la Calle sucia normalmente.

            Resulta que las Eras eran antes, algo importante y ya no sólo para su utilización en las trillas de las cosechas,  y sus aprovechamientos de aguas, sino que además, en ocasiones, algunas que fueran más grandes, se llegaban a utilizar para hacer en ellas las luchadas que solían hacerse frecuentemente en domingos y días de  fiesta, y además se llegaban a utilizar en ocasiones, como espacio para hacer verbenas y bailar en el verano.

            Ya las Eras se están acabando, porque ya ni se trilla, y porque sus propietarios han cogido el espacio como solar y se han edificado sobre ellas, algunas casas, a veces como principal y otras para ampliar la que tenían, y  veces para dedicarla  a ampliar el espacio de cultivo al lado de las casas, y en fin, que las Eran están pasando a la historia.

            Pero lo más que hay que tener en cuenta de las Eras, es el fin para el que fueron  hechas o creadas, que no era otro que el de llevar a cabo las trillas de las cosechas que tenían grano, y con el fin de separar el grano de la paja, desde los grandes volúmenes de sementera que se cargaba en camellos o burros, desde las fincas hasta las eras.

            Pero no cabe duda que lo más bonito e importante en una era, estaba concebido por la existencia de la denominada COBRA, que era compuesta en primer lugar, por los animales que tuviera el agricultor, pero éstos casi siempre eran pocos, y entonces los vecinos se ayudaban mutuamente unos a otros en estos menesteres que se presentaban en la primavera de cada año, con las sementeras de garbanzos, arbejas, lentejas, judías, y hasta chícharos,  y a veces millos y otras cosechas.

            A la trilla se reclutaban en especial burras, y se repudiaban los burros porque eran escandalosos y alteraban la cobra, e incluso reses vacunas, y hasta camellos, y hasta un número de cinco o seis, pero había un animal que era el más responsable de mantener en orden la cobra, y esta misión se encargaba siempre a “una burra amaestrada y mansa”, ya que otro animal no valía para esto, y a esta burra se le decía “La de Tener”, y se la consideraba  de lo mejor, y se la ponía  a la izquierda y centro de la era.

            Pero a veces se presentaban escenas graciosas y molestosas en la trilla, porque si a un animal le daban ganas de hacer sus necesidades, no se le podía reprimir, y había que llevar una escupidera para los orines y los excrementos se iban cogiendo.