Historia / Referencias históricas
Fuente: La Hoja del Municipio de Haría nº 606
Si nos remontamos un poco hacia
atrás, podremos comparar
aquellas lluvias que nos venían
antes, aunque también se
padecían tremendas sequías, que
obligaban a coger la maleta y
emigrar o hacer las Américas,
pero desde hace varios años, se
nota que viene lloviendo
bastante menos, y ya el año
pasado fue malo, pero éste en el
que estamos, ha sido el colmo,
ya que hace más o menos un año y
medio que no llueve nada, y eso
no lo pueden resistir los
árboles ni arbustos, y así son
muchos los que están condenados
a perderse en este año, y no
podemos recoger ninguna cosecha,
pero además este año, ni
siquiera se plantó, porque no
había humedad y podía perderse
la semilla, plantar en seco
También hemos tenido este año, un período muy seco por una parte, pero también muy frío y muy ventoso, por otra, de forma que parece que los tiempos están cambiando, o se están descontrolando o desequilibrando, si bien los períodos de calor han sido de pocos días y no demasiados fuertes, o no en forma de ola de calor.
Pero las cosechas no se producen sólo por las lluvias y un calor moderado o suave, sino que también hacen falta y son muy importantes los abonos a emplear, y en eso los tiempos han cambiado de una forma exagerada, ya que antes se estercolaban las tierras, con los excrementos venidos de los animales domésticos, como burros, cabras, ovejas, vacas, camellos y cochinos, en especial, pero eso cubría sólo una pequeña parcela y había que aplicar abonos químicos, y en especial venía antes el sulfato de amoniaco blanco, en sacos de 100 kilos, y se echaban cuatro sobre un camello ensillado, y estos animales, a veces no se podían levantar de tanta carga que se les ponía.
Hay que recordar que antes, hasta los años de 1960 y 1970, cuando no se regaban las fincas, se plantaban las papas y se cogían unas grandes cosechas, y seguido se les plantaba millo, y se cogía otra gran cosecha, con sólo el agua del cielo, o sea que se cogían dos grandes cosechas, y ahora, si no se riega, no se coge absolutamente nada.
Como ya se planta muy poco, se cuenta siempre con tener un contador de agua a mano, gracias al prohombre lanzaroteño, de origen hariano Don Manuel Díaz Rijo, que nos trajo en el año de 1964, la Empresa Termolanza, que nos proporcionó luz y agua desalinizada, y así este hombre se merece que se le erija un monumento, como el lanzaroteño más eficaz o efectivo para su terruño conejero, como haya sido este gran ingeniero naval, que lo tenemos moviéndose en esta isla, aparte de los vinos de Mozaga
No olvidemos que Lanzarote, y el Municipio de Haría concretamente, más que otros, fueron el granero del archipiélago, ya que las cosechas de arbejas, garbanzos, millo lentejas, chícharos, judías y otros, fueron muy considerables, sin olvidar esa grandes cosechas de papas, todo lo cual alcanzó su cumbre en la década de 1950 y 1960, y ya a partir de ahí, empezó a decaer, de forma que antes se plantaban todos los terrenos, hasta lo más alto de las montañas, y ahora se cultiva si acaso el diez por cien¬to de nuestros campos, y eso ya no se va a recuperar, porque el trabajo es demasiado duro, aunque la crisis que padecemos ahora, parece demanda plantar algo, pero ya ni llueve.