Historia / Referencias históricas

 

 

          

            Es una idea generalizada, el hecho de antes llovía mucho más que ahora, y que las cosechas que se producían eran mucho mayores que ahora en un terreno no regado.

            El índice pluviométrico es la señal más clara de la realidad de las lluvias, y digamos que la media para haber una cosecha normal más bien tirando a mala, de antes, era de un nivel de 150 litros por metro cuadrado al año, pero habían años que eran muy malos, que se quedaban en 80 a 90 litros al año, y muy pocos eran los años en que se rebasaban los 200 litros al año, aunque a veces venía alguno que rebasaba este índice.

            Antes se notaba que corrían los barrancos y las Calles y caminos, antes todos terregosos, y  se recuerda todavía por algunos mayores, de llegar a bañarse de niños, en algunos barrancos, y ya no se ve nada, porque los barrancos van secos casi siempre.

            Antes se aprovechaba  el agua que producían las lluvias, para llenar nuestros aljibes, a través de la que circulaban por nuestras azoteas, nuestras eras, nuestros peladeros, nuestras calles y nuestros caminos.

            Hay que tener en cuenta que antes, y hasta la década de 1960, casi todos los terrenos de nuestro territorio municipal, excepto los malpaises y riscos, todo se cultivaba, hasta lo más alto de las montañas, y todavía pueden verse restos de los paredones que nuestros antepasados hicieron hasta en las cimas más altas de nuestro entorno, y ahora resulta que ya se halla abandonado más del noventa por ciento de nuestro suelo, y ello motivado por que el turismo absorbió toda la mano de obra.

            Por otro lado, la actividad de la población estaba antes centrada en la Agricultura y Ganadería, y  pocos en la pesca, y poco más, pero ya la agricultura es residual.

            Antes se consideraba un buen año, cuando empezaba a llover en Octubre, porque motivaba buenas cosechas de papas, que era muy buen renglón económico, y además salían tempranas, que cogían buenos precios y ya por Santa Bárbara se acercaba la cosecha, y para ir comiendo se acudía a las denominadas papas de risa.

              Pero hay que darse cuenta, que antes no se regaba nada, y sin embargo se cogían buenas cosechas de papas y todas las cosechas, y ahora si no se riega, no se recoge nada, menos mal que se cuenta con el agua de las potabilizadoras desde 1964.

            Antes se plantaban hasta tres cosechas en un año, pero dos eran muy normales, ya que sobre la plantación de papas, se plantaba el millo, y encima  judías de cazolejas, y se llegaban a coger muy buenas cosechas de papas y millo, y judías, sin regar nada.

            En algunos años, llovía bastante en los meses de Marzo, Abril y hasta Mayo, y se aprovechaba de plantar millo después de arrancadas las arbejas y daba buenas piñas.

            Antes, hasta los años de 1950, las papas que se plantaban, eran de las semillas de las islas, y eran conocidas por  papas herreñas, papas del ojo azul, papas de la tierra y algunas otras variedades de pequeño tamaño, que se fueron despreciando luego por su escaso rendimiento y falta de mano de obra, dando margen a la llegada de semillas que venían de Irlanda, como la Uptodate, la Kinegua, y otras variedades más nuevas.