Historia / Referencias históricas


 

Fuente: La Hoja del Municipio de Haría. Junio 2003
 


(...) Para el Municipio de Haría y probablemente en todos los Ayuntamientos, habían antes unas Ordenanzas Gubernativas, que fijaban las obligaciones y derechos de la vecindad en muy diversos aspectos, pero al adentrarnos en lo referente al preludio de las fiestas del mes de junio, ya desde el mes de Abril o Mayo, los alcaldes publicaban unos bandos o edictos, por medio de los cuales se exhortaba a la comunidad de vecinos el cumplimiento de la normativa en materia de "Albeos" de las casas y pintados de puertas y ventanas, las cuales debieran estar en estado de revista para las fiestas de San Juan en Haría y las de San Pedro y Máguez, con advertencias incluso de que podían ser sancionados los que incumplieran las exigencias de la Ordenanza y así los vecinos respondían muy bien, aprovechaban esta obligación como norma propicia y adecuada para adecentar sus casas y dar la mejor imagen posible de belleza y limpieza de los pueblos.

Así se desplegaba la gente a avisar a los albeadores de dichos pueblos, y aparte de que algunos lo hacían por su cuenta, una gran parte se valía de aprovechar los servicios de Don José Betancor Martín (Pepe Pinilla) en Haría y en Máguez estaba Don Bernabé Betancort Pérez, aparte de otros muchos.

Los albeos se llevaban a cabo comprando cal de Órzola, que era muy buena y fuerte, casi como cemento y muy blanquecina y la gente compraba la fanega o almudes y terciaba según falta.

Interiormente solía albearse por algunos, con colorines de mitad para abajo bien azul, verde, canelo o amarillo y por fuera se dejaban unas franjas por los exteriores del frontis, que unos pintaban en color oscuro, y otros en azul, verde o canelo, u otro, pero también de un metro del suelo hacia arriba se le ponía como un zócalo igualmente del mismo color.

Habían personas que albeaban empleando leche en vez de agua y seguramente daba resultado, parece que aguantaba más el albeo, pero eso es cosa de pastores o que tuvieran mucha leche y así recuerdo en Máguez, Pablo Torres Torres y otros.

Pero se les daban otros trajines en las vísperas de las fiestas y dentro de las mismas, y así todas las compras de vestuario y zapatos se dejaban para coincidir con estas fechas y los que estrenaban se llevaban un "pellizcón", como señal.

Los zapateros tenían también un gran trabajo, porque antes se aprovechaban los zapatos poniendo chazo sobre chazo, y esos días y domingos les eran agobiantes. Descansaban el lunes .

En la mayoría de las casas se hacían amasijos de pan y tortas en sus hornos, que había en la mayoría de las casas, bizcochaban, hacían bollos. Algunos sólo echaban humo.