Historia / Referencias históricas

 

 

           

            Es conveniente recordar que uno de los tesoros de la antigüedad, a nivel del archipiélago canario,  fue la existencia de las “SALINAS DEL RÍO”, ubicadas al Norte del Municipio de Haría, que fueron las primeras que hubo en todo el archipiélago canario, pero por otra tenían ellas la facultad de que se surtían de agua del mar de una forma natural, y su antigüedad  se sitúa en principios del siglo XVI, (Años 1500), poco después de la conquista por los normandos Juan de Bethencourt y Gadifer de Lasalle, en 1402, de lo que isla de Lanzarote debe sentirse orgullosa de tener este tesoro, cuando entonces la sal era uno de los elementos más importantes, ya que era imprescindible para la conservación de los pescados y de las carnes, aparte del uso culinario a diario.

            Estas salinas, propiedad última del Conde de Gerena, aparte del  servicio que prestaban a la sociedad, fueron además una industria en que se empleaba bastante gente.

            Hay que valorar además, que por los años de 1870, fue instalada en la isla de La Graciosa, una Fábrica de Salazones, que originó el poblamiento de la Isla, que se surtía de dichas salinas, fondeando además  barcos en el Río para cargar sal de estas salinas.

            Ya es difícil recordar a las personas que trabajaron en estas Salinas, pero podemos hacer referencia de algunos de que tenemos más conocimiento, y vaya que se sabe que uno de los más antiguos a recordar fue DON AMBROSIO MARTÍN CURBELO, de Máguez,  que fue Encargado de dichas salinas, y también hubo otros trabajadores de Máguez, como sus hijos Alberto Martín Villalba y Félix Martín Villalba, Don Tomás Rivera Villalba, también Encargado, y otros, pero muchos de ellos fueron del entorno más cercano  de Ye, y  se sabe de Vicente Morales Fontes y otros.

            El camino para acceder a estas salinas, era bastante peligroso, ya que se hallaba y se halla en un risco que accede a la zona de “Debajo del Risco”, donde se hallan dicha salinas, pero había una vereda especial denominada “Vereda de los Salineros”, que partía desde la zona de Camino Viejo, de Ye, que valía para muchos mariscadores.

            Pero esta zona de “Debajo del Risco”, albergaba además un entorno de pastoreo, bastante relevante, ya que en dicha zona, existía un espacio muy rico en pastos y además tenía muchas fuentes, algunas de ellas bastante dulces y otras más saladas, pero que de ahí se daba de beber a todos los animales que se llevaban a la zona, pero a veces se veía alguna incidencia, como el hecho de que las “sanguijuelas” o “sanjiguelas”, que habían muchas, se pegaban a los animales que iban a beber, y estos animales pasaban muchos trabajitos para verse libres de ellas, ya que chupaban la sangre.

            A esta zona venían animales de toda la isla, a pastar, y  en especial, aparte de las muchas cabras y bastantes ovejas, se llevaban camellos, burros y vacas, y a veces había que hacer alguna apañada para identificar los animales que eran de cada cual, para lo que habían asignadas unas marcas que había que respetar.

            Estos animales, que eran muchísimos los que se juntaban, cuando encontraban poca comida en la zona baja de Debajo del Risco, se subían hacia la orilla y se metían en terrenos ajenos de Ye, haciendo daños en los cultivos, y algunos animales, por estas u otras causas llegaban hasta a desriscarse por lo muy escarpado del terreno del risco.