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Intervención de Juan Cruz Sepúlveda acto de descubrimiento del busto, domingo 26 de noviembre de 2017.

 

Hoy es un día importante para este pueblo de Ye, sintámonos reconfortados por la vuelta de este HIJO PREDILECTO y MEDALLA DE ORO DE HARIA, el reverendo sacerdote Policarpo Delgado Perdomo.

Poli, siempre que venía a Lanzarote, nunca faltaba a la cita de acudir a su pueblo. Después de largas e interminables jornadas de pastoral, buscaba un espacio para subir aquí, a lo más alto de la isla, quería estar cerca de suyos, de su familia y sus amigos. Le gustaba llegar aunque fuese a horas intempestivas, sentir la intensa bruma, percibir   las sombras de la noche, la silueta de la Corona, oler los aromas de las rozas y los romeros del huerto, luego, un paseo nocturno desde El Tefío a Las Rositas, para luego adentrarse  en el calor de su casa. También, le encantaban los amaneceres de Yé, el rocío mañanero e  intuir los primeros rayos   del sol por las rendijas de la ventana.  Con todos estos aditivos de positividad y de agradables sensaciones, Poli, volvía reconfortado y como nuevo a los quehaceres en su Parroquia, con mucha vitalidad, cargado de sanas energías seguía practicando su alto espíritu de servicio entrega a los demás, fundamentalmente a los más desfavorecidos.

Hoy Poli ha vuelto. Ha vuelto para quedarse entre los suyos. La piedra no habla, pero este busto simboliza y representa todos los valores que en su prodiga vida puso en práctica: sus grandes valores humanos, los sociales y los cristianos. Su figura petrificada, también simboliza su espíritu de sacrificio y de esfuerzo por hacer el bien a todos los demás.

Poli representado en este busto se convierte desde hoy en un referente para su pueblo, su municipio y para la sociedad que lo ha de visitar. Desde hoy queda perpetuada su memoria viva en el recuerdo, para este destacado sacerdote comprometido con los más cercanos, gran teólogo, docente, humanista e investigador.

¡¡¡ Bienvenido Poli!!!