Geografía/ Macizo de Famara

 

 

uente: Atlas cartográfico de los pinares canarios
 

No obstante, ninguna de las propuestas de plantación llegó a hacerse realidad, pues la primera referencia a las plantaciones de pinos efectuadas en Lanzarote la encontramos en los datos provinciales del Consejo Económico Social Sindical de Canarias, 1º Pleno, 1967. Según esta fuente, entre 1960 y 1965 se plantaron 53 Ha de arbolado en las Cumbres de Famara, en el municipio de Haría (muy cerca del citado Barranco de la Poceta). Todas las especies empleadas en la plantación fueron foráneas.

En el estudio «Canarias en 1975: Análisis de su Economía», publicado en los Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales n.° 1, se le atribuye a la Isla de Lanzarote una superficie forestal de 88 Ha, toda ella de montes consorciados administrados por el Estado aunque de propiedad privada, y constituida por una mezcla de coníferas y frondosas (datos de ICONA referidos al 31-XII-1972). Aunque estos datos coinciden con los publicados en Economía Canaria 71-72, se estima la existencia de una cierta reducción, dado que la falta de lluvias limita el conveniente desarrollo de estas plantaciones.

Según el Mapa de cultivos y aprovechamientos de la Provincia de Las Palmas (1988), la super­ficie arbolada con especies forestales en esta Isla se había elevado a 80 Ha de coníferas (0'7 % del total provincial) y 14 Ha de coníferas + frondosas (8'6 % del total provincial). Ambas plantaciones se limitan exclusivamente a las cabeceras de los valles de Temisas y Haría (municipio de Haría); la mancha de mayor superficie se sitúa en las faldas de la meseta superior de los Riscos de Famara, en la base de Las Peñas del Chache.

La conífera más abundantes en las plantaciones de estas laderas y cumbres es Pinus halepen­sis (pino carrasco) y, en menor cuantía, Pinus canariensis (pino canario), a las que se añaden ejemplares aislados de Pinus radiata (pino insigne) y Cupressus sps. La frondosa que interviene en esta pequeña masa forestal es Acacia cyclops que en ocasiones le da carácter a la misma, llegando a asilvestrarse por los alrededores. La fisionomía de la vegetación es subarbórea, dadas las adversas condiciones climáticas del lugar.

 

 

 

 

 

 
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