Geografía/ Datos geográficos

 

 

 

FUENTE: Geografía de Canarias

Editorial Interinsular Canaria

 

El Macizo de Famara está cortado en la zona alta por algunos valles que por efecto de la erosión remontante originan una serie de montañas o picachos en la zona de transición a Guatifay; las aguas de esta zona las drenaban dos vaLles que se unían con anterioridad a la erupción de la Serie II, que formó la montaña de La Atalaya, lo que ha dado lugar a una acumulación de aluviones que ha originado una zona propicia para los cultivos, y que es la base de los establecimientos humanos en los case­mos de Haría y Máguez.

El más meridional de estos valles es el de Haría, cuya cabecera la forma el barranco de Malpaso, que penetra en la zona de las Peñas del Chache, para semiaislar Montaña Aganada. El otro valle es el de El Rincón, constituido por el barranco de Tenesía, que penetra profundamente en el macizo y da lugar a una degollada de 388 m. Las aguas del valle se han abierto de nuevo paso junto a La Atalaya, donde se ha construido un estanque que permite un pequeño cultivo de flores.

El de Haría es un valle cerrado y fértil, donde la palmera, de la que se han contabilizado más de 3.000 ejemplares, destaca en el paisaje, tanto en las tierras de labor como en el propio caserío; su estampa goza de gran fama y aparece en gran número de postales.

Las edificaciones se localizan en torno a la plaza central, que actúa como eje de unión de las diferentes calles y caminos que se extienden por el valle, aunque hay un cierto grado de concentración. Las construcciones son casi todas populares, aunque existen algunas casonas de carácter señorial que indican la presencia de familias pudientes y la riqueza agrícola de otro tiempo. Este cambio se refleja en el descenso de población, que sólo en treinta años ha visto reducidos sus efectivos a menos de la mitad, pese a su condición de capital municipal, que no ha podido evitar que una parte de sus casas y de sus tierras se encuentre actualmente en abandono.