HISTORIA / Alcohol metílico


Fuente:  europapress.es/GALICIA

16-04-2013

 

El estreno, antes de que termine 2013, será un reconocimiento público a las víctimas que nunca fueron indemnizadas.


   OURENSE, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El cineasta Emilio Ruiz Barrachina comenzará a grabar en verano un largometraje documental que irá a pantallas de cine y televisión antes de que termine el año 2013, en el que se cumplen 50 años desde la intoxicación masiva por alcohol metílico, envasado por el empresario ourensano Rogelio Aguiar y origen de cientos de muertes y cegueras sin certificar.

   El envenenamiento masivo ocurrió en la primavera de 1963 y fue descubierto por una farmacéutica en el municipio lanzaroteño de Haría que puso en alerta a las autoridades por la muerte o ceguera repentina de varios marineros, lo que desencadenó la paralización de la venta de casi 70.000 litros envasados y vendidos a toda Galicia, Madrid, Cataluña, Canarias y a Nueva York, en cuyo puerto se registraron varias muertes de mendigos que compraran las bebidas por su bajo precio.

    La causa fue investigada por un juzgado especial señalado en Ourense para toda España, con el juez José Cora al frente y con el fiscal Fernando Seoane, que reunieron toda la información sobre lo ocurrido, cuyo saldo oficial fue de 51 muertos y 9 personas ciegas, la mayoría de ella en Galicia, 133 testimonios y once acusados, juzgados en diciembre de 1967 en la parte trasera de la actual Diputación.

   La instrucción de 36.000 folios centró muchas conversaciones en Ourense del fiscal Seoane, ya fallecido, con el escritor Fernando Rodríguez Méndez, que se leyó el metro y medio de folios con testimonios e informes y vio la necesidad de contarlo "porque al conocer todo el tema, se descubre que hubo juicio y sentencia pero no justicia para la víctimas", según ha explicado en declaraciones a Europa Press.

   El resultado de las charlas, la audición de las grabaciones del juicio y la lectura del sumario durante cinco años fue el libro 'Mil muertos de un trago' en 1998 y su edición actualizada 'Metílico, 50 años de envenenados' de 2013 de Fernando Rodríguez, con el que Emilio R. Barrachina descubrió lo ocurrido en un almacén de bebidas situado en el barrio de A Ponte de Ourense.

NO APTO

   Méndez recordó que allí Rogelio Aguiar decidió abaratar su mercancía y pasó de envasar bebidas con alcohol isopropílico rebajado con agua, pero que tenía color y sabor poco comerciales, por otras elaboradas con metílico que descubrió en la Casa Aroca de barnices, de Madrid.

   "El metílico es un alcohol con etiqueta de no apto para uso de boca, obtenido de la destilación de hulla, pero sin olor ni color y a mitad de precio que el etílico así que Aguiar compró 75.000 litros de aquel veneno y los descargó por la noche desde los camiones hasta las barricas de su almacén en Ourense", explicó Méndez.

   Un solo trago de aquel combinado era suficiente para provocar la muerte a miles de personas, según explicó el fiscal Seoane a Méndez, o ceguera, aunque era difícil certificarlo porque nadie quería permitir autopsias si eso implicaba reconocer que el familiar fallecido era alcohólico "y las técnicas forenses tampoco permitían detectar al causante, así que cientos se registraron como muertes naturales", detalló.

   La farmacéutica Elisa Álvarez analizó las bebidas que en Canarias provocaron cuatro muertes en pocas horas, detectó el metílico en un cargamento de bebidas procedentes de la Casa Lago, de Vigo, cliente habitual de Aguiar de Ourense, y dio la voz de alarma a las autoridades.

GRABACIÓN EN OURENSE

   Barrachina grabará en Ourense, en lugares como la antigua prisión provincial, donde cumplieron un máximo de seis años de cárcel los 11 condenados por la intoxicación y en algunos de los pueblos donde hubo afectados.

   "El último superviviente al envenenamiento fue un vecino de Cenlle, entrevistado por Méndez, al que contó su recuerdo nítido de como vio nevar dentro de su cuarto de baño, mientras se afeitaba, antes de quedarse ciego pues ése era el efecto visual ocasionado por la destrucción del nervio óptico a causa del metílico", agregó el cineasta.

   Incluirá también una taberna de Punxín, en la que una fiesta local se transformó en velatorio repentino cuando la propietaria se desplomó muerta tras tomar un sorbo de licor adulterado.

   El documental, según su director, reflejará el "pánico" que quedó entre la gente mayor ante las bebidas alcohólicas "y se produjo una paralización en el consumo de alcohol en toda España hasta el punto de que el entonces ministro Manuel Fraga ordenó a las parejas de la Guardia Civil que se dejasen ver por bares y tabernas bebiendo una copa, para demostrar que no era malo hacerlo".

RECONOCIMIENTO PÚBLICO

   Muchos espectadores del documental, descubrirán lo ocurrido y esto facilitará, según han explicado, el reconocimiento público que las víctimas no tuvieron pues ni siquiera llegaron a tener indemnizaciones, pues todos los culpables se declararon insolventes.

   Además se trata de una "gran causa judicial", la segunda en tamaño tras la propia de la Guerra Civil "y tan grande fue la instrucción como la estrategia de ocultación por parte del gobierno de Franco que quedó impune a pesar de que no ejerció ningún tipo de control sobre las bebidas envenenadas", agregó.

   Por el contrario, según Barrachina, ahora "hay interés político en que todo esto salga a la luz, así que se aprovechará el estreno para homenajear a tanto fallecido y a sus familias.

   El documental se grabará también en Nueva York, en Canarias, en Cataluña y en Torrejón, donde estaba la tienda de barnices con metílico. El trabajo en torno al metílico arrancará en unos meses, cuando Barrachina termine la promoción de su último trabajo 'La venta del paraíso', en el que es director y guionista y fue además la última película que contó con la actriz Mariví Bilbao, fallecida hace unos días.