Historia / Cartas de "Alito"

 

Fuente: El Eco de Canarias 04-02-68

 

Señor Director:

He venido observando de que las cartas que se han ido sucediendo en este diario relacionadas con ciertos aconteceres municipales en el pueblo de las palmeras, son cada vez más enconadas. Se desprende de sus textos una sorda lucha entre la encarnación de ALITO y un Sr. investido de la respetable autoridad de alcalde.

Por el giro que han tomado las cosas, ya vislumbro de que se intentará por todos los medios dejar bien sentaba a la autoridad local referida. Esa postura la encuentro muy bien, pues a toda costa hay que defender siempre el concepto, el prestigio de AUTORIDAD.

Sin embargo, puede darse el caso de que quien no quede muy bien parado es el ser físico que la detenta y, al parecer, la menoscava y mancilla con sus acciones y omisiones. No soy juez ni parte en el caso, no obstante, me inclino del lado de la verdad de los hechos; los que debiera airearse precisamente para fortificar y ejemplarizar una persona moral (que al fin es lo que interesa).

Yo admiro la postura de todo el que se defienda. También me es grato ver como aun surgen esporádicos defensores de la verdad, cuando esa verdad está adquiriendo el nombre de una entidad, de una gestión y de la representación de un pueblo impuesta previo un juramento...

Por otra parte, también soy partidario (y comulgo) con quién sabe esperar, sin impaciencia a que la búsqueda de justicia y sanción para los culpables se lleve a término sin muchos aspavientos ni de una manera que pueda sembrar interpretaciones extensivas a idénticos cargos y mediciones públicas.

El Sr. ALITO ha hecho algo que estaba haciendo mucha falta; pero por eso que no vaya a hacer nada que pueda sobrar que vaya a enrarecer un ambiente que precisa de limpieza sí, "mas no de desgaste a fuerza de frotamientos" que lleguen al hueso...

Atentamente