Historia / Referencias históricas

 

 

Si nos remontamos a los tiempos pasados de nuestros antiguos, e incluso hasta hace solo unos cincuenta años, y si ponemos atención y memorizamos las formas que se llevaban en el pastoreo en este entorno, lo que sería igual que en todo Lanzarote, seguramente, la verdad es que nos situamos en otro mundo, porque entonces el pastoreo de cabras era uno de los sectores que más ingresos aportaban a los agricultores y ganaderos, ya que eran muchos los pastores que había, y de ellos, algunos llevaban directamente el pastoreo, pero otros estaban como obreros o peones de otras personas más hacendadas, que se denominaban antes como caciques, pero otros llamaban como amos, dueños o patrones.

 Los ganados eran en primer lugar de cabras, aunque había también ovejas, pero solo algunas, y siempre eran más las cabras que las ovejas. Antes, los pastores tenían problemas para pastar sus animales, porque casi toda la superficie de nuestras zonas se cultivaba y no quedaban terrenos que se dedicaran a pastos, y casi solo quedaban fuera las montañas peladas y acantilados y las zonas volcánicas.

 Pero ahora resulta todo lo contrario, o sea, que apenas se cultivan los terrenos y casi toda la superficie a la vista pudiera dedicarse al pastoreo, pero nos encontramos con que la gente nueva no quiere dedicarse a estas faenas y se dedican a otras cosas o trabajos existentes en la actualidad en el mercado, derivados en especial del turismo, como la hostelería y también resulta que mientras antes la mayor parte de la población era analfabeta, luego llegó la formación por medio del estudio y ya la gente se considera preparada para conseguir dondequiera un trabajo decente y más o menos bien remunerado.

 El trabajo de pastor es una labor muy sacrificada y antes se salía con el ganado todos los días, y eso aunque hubiera mucho calor, estuviera lloviendo o hubiera un fuerte viento, y además ello había que hacerlo todos los días, de lunes a domingos, incluyendo los días de fiesta, pero esas formas ya han pasado a la historia y la gente vive de una forma más decente.

 También era un problema antes el hecho de contar con el agua suficiente para dar de beber a un numeroso ganado, que se componía de hasta de cincuenta a cien cabezas, y los aljibes de antes eran más bien pequeños, aunque había personas que tenían hasta dos y tres aljibes, y se recuerda de ver a Jorge Olivero, que estaba de pastor con Santiago Barreto Feo, cuando todos los días al peso del mediodía llevaba su ganado para un aljibe en la carretera de Máguez, hace más de sesenta años, junto a la casa de Manuel Luzardo Rivera, aunque más tarde hubo otros como Rafael Niz y otros, y a donde solían acudir algunos dueños con sus cabras, para macharlas, aprovechando los machos de este ganado.

 Hubo otros ganados en el municipio de Haría, como uno de Antonio López, que llevaba Cristóbal Delgado, otro de Hilario Montero en Ye, llevado por Andrés Viñoly y otros, y más en Máguez, y así se recuerdan algunos ganados como los de Ambrosio Luzardo Viñoly, Francisco de León Barrios, Florencio Olivero Romero (Floro) y otros, pero ahora ya hay muy pocos, y de referencia en el pueblo de Máguez está el de Ramón Hernández.