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PRIMER LIBRO DE BAUTISMO DE LA PARROQIUA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN [2.B.3.5]
PAPEL VERJURADO. TINTAS / 22 x 32 cm /1632 - 1747
LANZAROTE. HARÍA ARCHIVO PARROQULAL DE NUES­TRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN
BIBLIOGRAFÍA:
CONCEPCIÓN RODRIGUEZ, J. (1997), p. 367; ARCHIVO PA­RROQUIAL DE HARÍA; PERERA BETANCORT, F.M. (1998), pp. 329-344; PERERA BETANCORT, E M. (1999), pp. 141-153.


El primer Libro de Bautismos de la parroquia de Nuestra Señora de la Encamación es el más antiguo de los conservados en Lanzarote. Su primer folio se corresponde con el folio 6, por lo que se han perdido los anteriores. La primera partida conservada data del once de julio de 1632 y, la última, alcanza al veintitrés de septiembre de 1747.

Es un libro que no tiene portada, ni hojas de respeto o guardas. Posiblemente la que tuviera tendría una leyenda que redactara un prior que daba fe de la veracidad de lo escrito en el libro. El libro está cubierto con cuero de badana de cordero (la flor hacia fuera y la carnaza por dentro) que está en buen estado pero mal conservado. No posee broches, ni cierre ni cofia. En el lomo tiene una etiqueta de papel con el nombre y la fecha 1630, así como también aparece escrito en el frente del cuero que recubre el volumen. El canto es desigual, presentándose en regular estado. Muchos folios lo tienen enrollado y se agrava la agresión al estar escrito hasta es final de la hoja. El libro es manuscrito, y se formó tras acumular los folios. A veces éstos tienen huellas de haber estado doblados. Los párrocos las guardaban de diferentes maneras, y cuando les pareció necesario, tras pasar más de un siglo, se formó el libro. Los contracantos también están deteriorados. El cuerpo de la obra presenta una encuadernación primitiva en cuero rústico. Contiene 277 hojas con 554 páginas.

El cosido fue realizado por una persona inex­perta, con un encuadernado del tipo de diente de perro, con hojas cosidas por fuera y no por dentro del ángulo como correspondería. El hilo utilizado es de lino crudo vegetal, del número 40. No posee bramantes por los cuales debe pasar el hilo al coser. En su lugar tiene unas tiras de cuero, también cosidas por una persona inexperta. No posee cabezada o corneta, a pesar de que se solía hacer en los libros del clero pa­ra darles más consistencia y no se abanicara.

Los folios son de papel artesanal de hilo, de papel barba, compuesto de algodón y lino. Po­see un PH 6, neutro, siendo más alcalino que ácido y no presenta deterioro químico. Es verjurado y realizado a mano. Cada folio contiene veinte puntizones, separados, por lo general, por 2,5 cm. Posee once corondeles de un centímetro. El papel presenta una fibra de dos a tres milímetros y no posee ralladuras. Las marcas de agua o filigranas son del clero. Posiblemente el papel podría ser originario de Valencia, concretamente de Játiva, o de Cataluña. El papel fue fabricado con agua de muy buena calidad, mostrándose, a lo largo del tiempo, prácticamente con el mismo color con que se creó. En Haría ha soportado una alta oscilación térmica e higrométrica.

La tinta utilizada, por lo general, fue de alto contenido ferrolítico, que ya está haciendo estragos por el ácido sulfúrico y ha quemado el papel en ciertas partes, pero la escritura es aún le­gible. Tiene también folios con tinta basada en negro humo y azúcar que se mantiene en buen estado. La escritura fue realizada con pluma de ave de agua, pues las plumas de acero se inventaron en 1780, y aún fue algo más tarde cuando se comercializaron.

En cuanto a los datos paleográficos se utilizó la grafía humanística, casi la mitad del libro, y el resto en procesal y procesal encadenada.

Por lo general, además de la oxidación de la tinta, el mayor daño lo ha ocasionado el deterioro mecánico, y no destacan los deterioros por humidificación, microbiológico o por in­sectos.

En las partidas de los Libros de Bautismo se recoge el nombre de la persona bautizada, se notifica el nombre del padre  y los padrinos y los testigos, además del cura que reali­zó el bautismo y la partida.

Haría posee la secuencia de partidas bautismales más larga de la isla. Las parroquias que existían hasta el siglo XIX poseen un registro de partidas bautismales desde el siglo XVIII. No se conservan las de Teguise, que serían las más antiguas, la parroquia matriz es nuestra Sra. de Guadalupe, pero tras sortear numeroso saqueos e incendios, en 1909 la iglesia sufrió su último grave episodio, un incendio que se inició cerca de las dependencias que servían de archivo, los libros de Bautismo, si existían aún entonces, desaparecieron con las llamas.

En 1561 ya estaba creada en Haría la ayuda de parroquia de Nuestra Señora de la Encamación. Este Libro, registrado como el primero, tal vez no lo fue. Es posible que antes de 1632 Haría fuese parroquia. En 1618, una vez más, la isla fue saqueada, parte de su población secuestrada y va­rios templos católicos incendiados. La incursión berberisca de Tabac y Solimán produjo en el templo de Haría un duro deterioro, tanto, que nunca más fue entronizada la veneración de la advoca­ción que hasta entonces era titular. Desde la fecha se inició el deseo de construir un nuevo templo en un solar algo alejado del primitivo, donde se ubica en la actualidad. En 1625 Manuel de Acuña Figueredo y Catalina Rodríguez, matrimonio vecino de Haría, solicitaron reparar la antigua iglesia, pues había sido construida por el padre de Catalina, Juan Rodríguez. Desde entonces solicitaron y lograron dedicar el templo a San Juan Bautista, conservándose hasta la actualidad. Este Libro recoge las partidas de las personas bautizadas en el nuevo templo. Los Libros parroquiales son unos documentos históricos de gran importancia La Iglesia se encargó de registrar los primeros re­conocimientos personales secuenciales de las poblaciones. Son unas fuentes documentales de gran importancia, dada la amplia cristianización que tenía la isla. Sabernos cuándo nacen, se casan o fallecen los personajes históricos, pero también cómo se llamó la masa silenciosa También las clases más humildes se casaron, tuvieron hijos y nos legaron sus datos para evidenciar su fe, pero también como fuente histórica que trasciende a la eclesiástica. Podemos estudiar, principalmente, el movimiento natural, la natalidad, la nupcialidad y la mortalidad. Estudio básico para cualquier población. De gran valor, y no sólo para la historia de la medicina, es la inclusión, desde mitad del siglo XIX, de la causa de los óbitos en los Libros de Enterramientos. Un estudio de estos datos nos aporta conclusiones que redundan en las condiciones socio­económicas, sanitarias y nutritivas que la población tuvo. Los Libios parroquiales representan un importante legado de la historia, y a través de ellos podemos analizar, desde el siglo XVII, únicamente a las poblaciones de la demarcación parroquial de Nuestra Señora de la Encamación de Haría.

Agradecemos la especial colaboración de Francisco Pérez Sicilia, restaurador de libros.

1 CONCEPCIÓN RODRIGUEZ, 1. (1997), p. 367.

2 ARCHIVO PARROQUIAL DE HARÍA, Carpeta 30, Libro de San Juan, fol. 12 r

3 PERERA BETANCORT, F. M.: "Causas de Mortalidad en el Puerto del Arrecife (1842-1856)', en Actas de los XII Colo­quios de Historia Canario-Americana, T II, Cabildo de Gran Canana, 1998, pp. 329-344. Y "Causas de la Mortalidad en el Puerto del Arrecife (1857-1866)", en Actas de las VIII Jor­nadas de Historia sobre Lanzarote y Fuerteventura, Cabil­dos de Lanzarote y Fuerteventura, 1999, T I, pp. 141 - 153.

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