INTERÉS Cartas

 

 

Antonio Betancort López

Haría- Lanzarote

  

Haría de Lanzarote 22  de febrero de 1.936


 

Sr. Don Francisco Perdomo y Perdomo.

Las Palmas

 

 

Querido discípulo y estimado amigo; Correspondo tu grata de 5 del actual a la que tengo el gusto de referirme.
 

Pasada la batahola electoral en la que me vi obligado a tomar parte activa, ya que se presentó candidato mi cuñado Ismael, Abogado, establecido en esa población como tú sabes, y que fue encandilado en la candidatura de "Acción Popular'' como representante de las islas meno­res. Después de una lucha cruenta, ya que las fuerzas de este pueblo, sin contar con la pequeña agrupación socialista, se dividió y nosotros con mi tío Antonio y algunos amigos fieles que le acompañaron, entre los cuales estaba tu familia, conseguimos triunfar por una pequeña mayoría, pero que ha tenido la ventaja de evidenciar como un solo hombre cuando es querido y estimado, puede rendir a todo un pueblo. Gomo sabrás, de nada nos ha servido este pequeño triunfo local, ya que las izquierdas se han hecho dueñas de la  situación;  (justo es confesarlo)  por la fuerza del sufragio, o sea por la voluntad del pueblo, que con la misma facilidad puede mañana inclinarse a  la derecha, como así lo espero.

Nuestra derrota arriba lo siento por algún ami­go, como por ejemplo, tu hermano Salvador, que pudiera perder la cartería ya que nunca pudo conseguirse la propiedad a pesar de haberlo interesado; pues la calda del Gobierno de derechas nos impidió conse­guir, lo que pudimos obtener con carácter interino. Para hacer algún servicio es para lo que nosotros nos molestamos en política; pues para los míos afortunadamente nada necesitamos, ni pretendemos. Y desde el punto de vis­ta profesional mío, me convienen más las izquierdas que las derechas.

 

Veo como te permites tus frases románticas y soñadoras. ¡Tú dirás!, ¿quién no sueña? Y si el individuo pierde esa bella ilusión o quimera que lo alienta a seguir luchando, desaparece todo apego a la vida y con él, la civilización y el progreso. Matando el estímulo se paraliza la vida de la sociedad y se estanca la marcha acelerada del mundo. Por ello, no he podido simpatizar con el comunismo, porque siendo la iniciativa colectiva, mata toda idea individual y con ella el deseo de mejoramiento que todo individuo lleva en sí, y el afán de superarse. Donde el individuo es una parte integrante de un todo con el cual está identificado, sin poder tomar derroteros propios, como una rueda más de un inmenso engranaje, ahí no es­tá nuestro espíritu meridional tan individual y tan independiente. Ya sa­bes tú que nosotros los españoles, hacemos muchas veces mal las cosas solo por aquello de decir luego "Lo hice porque me dio la gana". A nosotros milita­rizarnos y hacernos entrar por moldes hechos de exprofeso, es lo mismo matarnos y volver a hacernos de nuevo.

 

Vuela  pues en alas de la fantasía, pero no olvides las realidades de la vida, que te imponen deberes que forzosamente debes cumplir. No desoigas nunca la voz del deber y en tus ratos de ocio, deja libre la loca de la casa, para que vuele en alas de la fantasía.  ¡Dichosa edad, cuando aun se puede soñar! Para nosotros los viejos, ya nos está vedado hasta el ensueño, solo se nos concede, el añorar nuestros recuerdos y revivirlos. Por esto verás tú siempre a los viejos hablarte de tus mocedades. ¿Y de qué van a hablar, si no? Por delante no tienen nada, Si acaso la tumba, cuyo fondo les da miedo y vuelven la vista a atrás, y te hablan de sus tiempos mozos, ¿No es esto así? ¡Yo ya como esos benditos viejos, miro más hacia atrás que adelante!

Adiós querido discípulo y recibe un abrazo cariñoso de tu Maestro que no te olvida.