PATRIMONIO  > Datos patrimoniales

 

 

Fuente: Paleoclimatología de Lanzarote y La Graciosa

 

 

El yacimiento de Órzola, de inicios del Plioceno y contemporáneo de las dunas de Papagayo, está cubierto por basaltos pliocenos cuyas emisiones fueron simultáneas a una intensa acción del viento que trasladó arenas desde la costa hasta unas alturas que en la actualidad están a cuatrocientos metros sobre el nivel del mar. Posteriormente, tras un intervalo húmedo y cálido con el que se inicia el Pleistoceno, se encalicharon por la llegada de una aridez consecuencia de los primeros fríos pleistocenos. A finales del Pleistoceno inferior se produjeron las primeras incisiones de la red hidrográfica actual constituida por barrancos. Como el caliche es una costra calcárea superficial que, dependiendo del grosor de las arenas subyacentes, puede alcanzar desde unos pocos centímetros a unos pocos metros, al resquebrajarse, propició la reactivación de las arenas. Ello se produjo intensamente durante el Pleistoceno medio, del que son la totalidad de los jables de la isla, y de un modo escaso posteriormente y hasta la actualidad. Estas arenas reactivadas alcanzaron los derrubios de ladera de Guinate hasta que los basaltos de La Corona, emitidos durante el Pleistoceno superior, les cortaron el paso.