PERSONAJES /  Jordán Franchy /  Portada

 

 


De "Mundo Gráfico", de Madrid, 1913.

Tinerfe: Lindas poesías, en las que, su autor, el vate canario, D. Francisco Jordán, muestra riqueza extraordinaria de imaginación y felices disposiciones líricas.

De "La Voz de Lanzarote", 1913.

Francisco Jordán, el fecundo y florido poeta lanzaroteño, acaba de publicar un volumen de poesías, en las que nos canta, con prodigiosa hermosura y naturalidad, las bellezas y encantos de la isla de Tenerife, describiendo, en sonoras estrofas, las impresiones de su alma de artista.

De "Florilegio", de Las Palmas, 1914.

Espigas y Amapolas: Al ocuparnos de Francisco Jordán, no lo hacemos de alguien que comienza á iniciarse en el campo de las Letras; pues es de so­bra conocido, para que tratemos de descubrirle. Jordán, es uno de nuestros poetas, que más sienten el supremo influjo de lo misterioso...

Su obra nueva; estas Espigas y Amapolas, descubren su ser, son el mismo Jordán, que hemos tra­tado frecuentemente, en largas y amigables charlas..'

Jordán, es un sentimentalista, cuya péñola cincela la figura y, al propio tiempo, pinta, con toda la policromía de la paleta, paisajes encantadores...

De "La Opinión", de Tenerife, 1914.

El inspirado vate lanzaroteño, D. Francisco Jordán, nos ha obsequiado, con un ejemplar del nuevo libro de poesías, que ha publicado, últimamente, con el título de Espigas y Amapolas.

El Sr. Jordán, poeta de altos méritos, por la naturalidad y fragancia de sus versos, por el espíritu sutil de su inspiración y por el sentimiento rectilíneo de su labor poética, es un ferviente enamorado de la belleza, del ritmo y de la hermosura del lenguaje...

De "El Día", de Las Palmas, 1914,

Francisco Jordán, no solo es un poeta de rica ins­piración, sino, también, un trabajador incansable; otro en su lugar, no tendría ni tiempo, ni gusto, para dedicarse al Arte, como este hombre, que sin horas de descanso, hace poesías tan bellas, como las que componen el libro Espigas y Amapolas.

i Un abrazo al Poeta-marino!..

De "A B C", de Madrid, 1914.

A un estilo completamente distinto pertenece el tomo Espigas y Amapolas, del joven poeta canario, D. Francisco Jordán. Son composiciones breves, de un ritmo encantador, impregnadas de melancolía, que dejan, en la memoria, una dulce estela de poesía y juventud!...

De "Mujeresy Guasa", de Barcelona, 1914,

Francisco Jordán, exquisito poeta, se revela hoy con una rauda fantasía y un verso fácil, en el libro titulado Espigas y Amapolas.

Componen este elegante libro, más de cuarenta poesías; todas ellas trazadas con justeza y sentidas, son el ardor propio de los temperamentos singulares...

Felicitamos al Sr. Jordán y le auguramos un triunfo.

De "El Día", de Barcelona, 1914.

Espigas y Amapolas: Esta nueva producción litera­ria del poeta Jordán, lo ha elevado á la categoría de consagrado. Se nos presenta ingenuo, castizo, idea­lista y eminentemente descriptivo; ferviente enamorado de la realidad. Compone estrofas, desgrana versos sobre el regazo de sus vírgenes mundanas, pálidas y tristes, como las pobres alondras que pasan trinando sus nostalgias sobre el trigal...

Es la poesía de la mañana de sol, diáfana, imperiosa, deslumbrante, como un beso de amor. La poesía del atardecer pálido, soñoliento, misterioso, de paz y duda, que invita á la añoranza de pasadas dichas, mientras, en la abrupta vaguada, huye la bruma alocada, sobre su caballo azul...

Indudablemente, entre el manojo de flores esco­gidas, que nos ofrece Jordán, las hay notabilísimas, de un elevado espíritu, que vienen á demostrarnos, que el poeta, no peina esas ridículas melenas que caracterizan á las cursis medianías de nuestra tie­rra, como si su descuidada cabeza, fuera el sello de su nacionalidad...

Jordán no es un ente endeble, afeminado, ni melenudo, como los que tropezamos por la Rambla y hallamos en casi todas las Redacciones. El vate canario parlero y enamoradizo, canta al Mundo, canta á la Creación, canta á Dios y no respeta fronteras, ni cree en la diferencia de razas.

Leyendo á Jordán, se sienten emociones íntimas. La amenidad de sus cantares, el colorido embriagador de sus estrofas, lo notable del conjunto, su intensidad y las enseñanzas que nos ofrece, llegan á interesarnos, á subyugarnos, remontando al lector, al deseado confín de lo infinito, donde igualmente se contempla la frivolidad del céfiro que el rebramar de la tormenta!..

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
MÁS INFORMACIÓN


FRANCISCO JORDÁN FRANCHY

OBRAS COMPLETAS