Noticias del Vino
												
												
												Diciembre, 1996
												
												Edita: Asociación de 
												Viticultores y Bodegueros de 
												Canarias (Vibocan)
												
												Dirige: Antonio 
												Caraballo
												
												Diseña y redacta:  M.M.
												
												Fotografía: Juan García 
												Cruz
												
												Imprime: Vibocan
												
												Opinión: Por la 
												Viticultura
Texto de: Mariano López Arias.
Me piden los responsables de esta magnífica revista del sector vitivinícola canario, Noticias del Vino, que, con motivo de unos premios recibidos, colabore en la página de opinión, lo que hago con sumo gusto, con una reflexiones sobre esas distinciones.
Verdaderamente, este otoño ha sido pródigo en reconocimientos al trabajo de muchos años, en tal medida que, aunque gratamente abrumado, me pregunto si merezco esto, a la Insignia de Oro de 1996 de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Santa cruz de Tenerife, entregada el 15 de noviembre en el Liceo de Taoro, en La Orotava, se sumó el día 27 de dicho mes el premio de San Andrés 1996, que recibí en la Casa del Vino El Sauzal, dos actos entrañables que jamás se borrarán de mi mente.
Si a lo anterior le añado los elogios hacía mi persona del querido amigo licenciado en Ciencias Químicas y poeta de afición D. Juan Marrero González en Versos cada día, sección del periódico El Día, y del periodista y también amigo D. Guillermo Alemán en El Granero, del Diario de Avisos, así como la cariñosa dedicatoria que me hace en la Casa del Vino, en su magnifica conferencia Discurso del vino, el también querido amigo D. José Ángel Castro Fariña, por aquellas fechas de finales de noviembre, y las muchas felicitaciones recibidas, quizá comprendan por qué hablo gratamente abrumado.
Aunque yo opino que no he hecho otra cosa que cumplir con mi deber, ya que por ello percibo un sueldo, mentiría si no dijera que el que se haya valorado mi trabajo me ha hecho muy feliz, pues estimo mucho más ese reconocimiento que todo el oro del mundo.
En lo tocante al trabajo realizado en todos estos años, con mayor o menor acierto, pero siempre con ilusión, entrega y con la meta en la mejora de nuestra viticultura, quiero también hacer constar que nada hubiera podido realizar sin la confianza y el apoyo recibido de mis sucesivos superiores, sin el trabajo de los magníficos compañeros con los que siempre he tenido la suerte de contar y sin la colaboración de diversos organismos y entidades como el MAPA (INDO); cabildos insulares, sobre todo el de Tenerife; consejos reguladores; Universidad de La Laguna; Bastantes ayuntamientos, principalmente los de Tacoronte y El Sauzal, y laboratorios del Instituto Canario de Investigación Agrarias, entre otros. Pero, sobre todo y por encima de todo, sin la colaboración de los extraordinarios vitivinicultores canarios, que son los que verdaderamente han emprendido y continúan acometiendo con cuantiosas inversiones y esfuerzo la mejora la modernización del subsector. A todos ellos mis más sincero agradecimiento y mi deseo de que consideren como propias estas distinciones por mi recibidas.
Es innegable que el progreso del subsector vitivinícola canario en los últimos años ha sido espectacular, y que, aunque aún nos parece poco y queda todos está logrando levantar esta parcela de nuestra agricultura, que, sumida en una profunda crisis y en un proceso de abandono hace una veintena de años, hoy está en vías de modernización y mejora, lo que nos hace abrigar grandes esperanzas. Como deseo de Fin de Año, hago votos por que sigamos colaborando todos unidos por el bien y el progreso de nuestros vitivinicultores y, en definitiva, de nuestra región.

