PERSONAJES Mariano López

 

 

Recordando a D. Mariano López

 

 

ANTENA
Semanario de información local
(Martes, 7 de Mayo de 1968)
Por: GUITO
Vida Insular
DON MARIANO LÓPEZ SOCAS

 

Hoy, al empuñar la pluma, nos tiembla el pulso y nos salta el corazón. No sé qué me ocurre pero estoy  desconcertado de Las Ideas bullen en mi mente pero no llegan a aflorar, irreme diablemente absorbidas por un solo pensamiento: la muerte de don Mariano López Socas. Me lo dijeron esta mañana en la calle y no quise creerlo. Ayer, como todos los días, compartimos su mesa en el Janubio.  Entero, amable y caballeroso como siempre, nos hablo de una traducción alemana que a ambos nos interesaba y de sus recientes recorridos por el interior de la isla acompañando a una arqueóloga suramericana. Hoy pensaba volver con ella al Sur. Así nos lo dijo Juan Arito por la mañana con lagrimas en los ojos. También lloraba la arqueóloga portorriqueña. "No me hago a la  idea que haya muerto don Mariano",  nos decía acongojada. "Jamás, en los muchos países que he visitado, he conocido una persona tan educada, integra, servicial y buena. Realmente era un hombre extraordinario". Concluyó mientras se alejaba de nosotros con los ojos asegados en lagrimas.

Este vivo y exacto retrato de Don Mariano López es el mismo pintado ya anteriormente por centenares de forasteros. Y es que él era así. Un hombre de alma abierta y ancho corazón, trabajando siempre amorosamente por su isla, sin exigir nada a cambio. Con entrega absoluta, desinteresada y total.

Ningún arqueólogo, etnólogo, naturalista o historiador que se acerca a Lanzarote, dejaba de traer una tarjeta para don Mariano. Una sonrisa, un saludo, y en seguida las puertas de su casa abiertas de par en par. Sus libros, sus apuntes, sus colecciones, sus archivos, todo aquel rico acervo de la historia insular, amasad en su trabajo la gente de muchísimos años, lo ponía a la entera disposición de los demás. Con sus recomendados hablaba, paseaba, estudiaba y se entusiasmaba mostrándoles los encantos y misterios de esta tierra lanzaroteña a la que tanto quería, que hace ya 68 años le vio nacer.

Su nombre figura en muchos libros científicos de España y del extranjero, y es que nadie que conoció a don Mariano podía olvidarlo fácilmente. También su otra vida, la familiar, sencilla, amorosa y sagrada, con ejemplo sin par de modélico esposo y padre. Luego, su vida política, ex procurador en Cortes, ex – consejero del Cabildo Insular, ex alcalde  de su  pueblo de Haría,  y actualmente vicepresidente del Club de Los Leones. Toda su vida fue eso, inquietud, temperamento y actividad al servicio integral de su amada Lanzarote. Pero la muerte lo ha truncado todo. Don Mariano se nos ha ido al quiebro mismo de la madrugada, levantando suavemente el vuelo como una paloma. Sin una protesta, sin una queja, y entre sus manos yertas por el frío de la muerte un libro con sus apuntes de Lanzarote. Como tenía que ser. Como mueren un santo a un soldado abrazados a su cruz o a su fusil. Ya no le veremos más. Nadie podrá llenar el inmenso vacio que nos ha dejado, pero su recuerdo no se borrará jamás. Hasta las mariposas del campo y los caracoles del mar, que fueron siempre también sus fieles e inseparables amigos. Que descanse en la paz e infinita misericordia de Dios.

 

 

 

 

 


MARIANO LÓPEZ SOCAS