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Fuente: Lancelot Nº 1297- 30-05-08
JUAN MARIA PERDOMO, PRIMER DIRECTOR DEL COLEGIO DE TÍAS
Juan María Perdomo nace en Haría
en el año 1934, en el seno de
una familia de agricultores
propietarios, su vocación
por
el magisterio le vino desde
temprana edad. Estudia
Magisterio en Las Palmas de Gran
Canaria, obtiene su primer
destino en La Isleta y luego
pasa al Cervantes, en Vegueta.
Estando en este centro le llega
su primer destino definitivo en
Guadalajara, en una unitaria en
plena Sierra. Regresa a
Lanzarote a la unitaria de Uga
donde permaneció durante tres
cursos hasta que su señora,
también maestra, Dña. Carmen
González Ponce, pasa a regentar
la escuela de niñas de La
Asomada y D. Juan la de niños.
En principio, en La Asomada sólo
había una vivienda de- maestros
y una escuela y no había
coeducación, por lo que los
padres ese mismo año habilitaron
unas dependencias casi derruidas
en La Caldereta para que el
maestro no se fuera y al curso
siguiente, en un tiempo record
construyeron otra aula junto a
las mencionadas en la carretera
a la entrada del pueblo. Aquí el
matrimonio pedagógico trabajo,
durante trece años, "las clases
estaban al límite y
constantemente había que estar
buscando pupitres para los que
iban llegando de todas las
edades...". "La escuela de La
Asomada con los 15 miembros
familia Betancort, los 12 de los
Camacho, y, los 11 de los
Hernández y Álvarez
respectivamente, eran más que
suficiente..." comenta Don Juan.
El inspector educativo de zona
le propone que se vaya al
Colegio de Tías como director, a
lo que accede de no muy buena
gana. Pero la sorpresa más
grande se la lleva cuando un día
se detiene un coche negro en la
puerta de su casa en la Asomada
y un señor le comunica que el
Delegado del Gobierno quería
hablar con él. La sorpresa se
traduce que le venía a proponer
ser alcalde del Ayuntamiento de
Tías, corría el año 1972. Don
Juan puso toda clase de
resistencias pero acabó cogiendo
el bastón de mando en un periodo
de incipiente desarrollo
turístico dentro de una sociedad
eminentemente agraria. Ve nacer
el segundo hotel de la zona
turística, el Hotel San Antonio,
la potabilizadora
del Hotel Fariones, no hay
alumbrado en los pueblos, el
agua escasea y la red de caminos
mantenía una fuerte actividad
agraria. Juan María recuerda que
él tenía su propia oposición
interna dentro de la
configuración del Ayuntamiento y
contó con gran resistencia. Pero
está orgulloso de haber
gestionado la compra de tierras
de labradío con visión de futuro,
que a la postre se convertiría
en suelo público alrededor de la
vieja casa Consistorial donde
hoy está el polideportivo, el
Ayuntamiento, el suelo del
colegio, otro suelo en la
carretera general y el suelo
donde hoy está el centro de
mayores. En sus tiempos se
comenzaron a gestionar las
ayudas a los pobres: mantas,
sabanas, comida y se le hacía
entrega al guardia municipal...
Después de gestionar la compra del suelo para el Colegio Nacional a finales del año 74, se pone a disposición de la Delegación Provincial de Educación y Ciencia, salvados los obstáculos de un tendido eléctrico, recién puesto. En el año 1975 se adjudica a Huarte y Cía las obras del colegio y tardan casi dos años en concluirse teniendo el Ayuntamiento que correr con los gastos de la construcción de un pozo negro, además de aportar un motor para dar luz ya que el enganche a UNELCO se eternizaba. El mobiliario, que permanecía a la intemperie en espera de la finalización de las obras, se va introduciendo y colocando por los propios alumnos en sus respectivas aulas a lo largo del 78. Luego, una multicopista como máquina de progreso y así, poco a poco, empezó a andar este colegio. D. Juan permaneció en el nuevo centro dos cursos más y luego concursaría a su pueblo natal de Haría.