(Los presentes se santiguarán al principio y al fin del Reza­do. Luego, un Credo).

¡Yo te santiguo en el nombre del Padre, y del Hijo!

Si tienes «aire», y te entró por la cabeza, te lo quite San­ta Teresa; si te entró por la frente, San Vicente; por los ojos, Santa Lucía; por la nariz, San Luis; por la boca, Santa Polo­nia; por la barba, Santa Bárbara; por la garganta, San Blas; y si te entró por el cuerpo entero, te lo quite Jesucristo verda­dero. (37)

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(Para este rezado se volverá a usar la manteca de cerdo un­tada con arena cogida detrás de la puerta de la casa del en­fermo, emplasto que se aplicará sobre la afección. Al final se trazará una cruz sobre el enfermo, y se rezará un Credo).