CULTURA:  --  Rincón literario   -  Mercedes Toledo

 

 

 

La senda de la vida no se puede volver a caminar; no podemos deshacer nuestro propio recorrido, no podemos comenzar en ese punto donde nos anclamos, sino que tenemos que tomar la vida en el presente con las consecuencias de lo que hicimos o dejamos de hacer y es por esto por lo que debemos ser consecuentes con nuestros propios actos, porque ni siquiera el arrepentimiento puede arreglar el pasado, ni devolverle la vida, la sonrisa, la ilusión, la esperanza a quién padeció, sufrió, ensombreció...por nuestros actos.

De vez en cuando, la vida nos sonríe a medias, pero luego toda esa ilusión se esfuma, se rompe el hechizo de esos hermosos momentos y volvemos a despertar de ese sueño que navega en lo más profundo del ser humano. Otras, es la ausencia de los que queremos, el tiempo que se nos escapa de las manos el que vuelve a arrastrarnos como hojas secas por los caminos del desencanto y la tristeza.

A veces pensamos cambiar nuestras propias pautas, pero ¡es tan difícil conseguirlo! Que dejamos pasar los días sin darnos cuenta, que el tiempo se agota, que todo puede terminar en este mismo instante, porque el futuro es tan incierto, que sólo debemos vivir el presente. A veces, o con mucha frecuencia tal vez, nos refugiamos en ese pasado que aunque no haya sido rebosante de abundancias materiales, sí lo fue en inocencia, amor desinteresado por nuestros antecesores, fantasías y gratos recuerdos que nos devuelven a esa época de la infancia donde casi involuntariamente volvemos para evadirnos de la realidad: "Nuestro presente"