Geografía/ Salinas

FUENTE: El jardín de la sal

 http://www.salinasdecanarias.com/salinas/salinas-de-el-rio
 

 Las salinas del Río, también llamadas de Gusa, son con toda probabilidad las más antiguas de las Islas Canarias. En el extenso saladar donde se encuentran, anegado periódica­mente por las mareas vivas, se recogía sal desde antes del siglo XV. En opinión de Antonio M. Macías, estas salinas fueron acondicionadas por vez primera en tiempos de Sancho de Herrera (1422-1534), primer señor de Lanzarote. En realidad, los primeros acondiciona­mientos consistieron en aprovechar ordenadamente el lecho impermeable de barro que formaba el vaso del saladar. Están ubicadas al pie del Risco de Famara, frente a la isla de La Graciosa.

Son salinas antiguas de barro y ocupan una gran superficie. Su estratégica localización permite captar el agua mediante tres tomaderos que alimentan a su vez a cuatro grandes cocederos. Fueron construidas aprovechando el barro de la lagunilla aluvial existente. Su trazado posee un especial interés paisajístico y se adapta perfectamente a la orografía del terreno. Los cocederos y la cabecera de la trama de pocetas adoptan una curiosa forma orgánica, para regularizar finalmente su trazado en retícula. Esta fusión de formas le confiere uno de sus encantos más particulares. El plano de las pocetas se encaja en el terreno bajo la pleamar, donde se puede observar que parte de ellas están dotadas de muros cortavientos.

Disponen de un gran salón la sal con cubiertas de dejar a dos aguas, construido por la antigua compañía de Pesquerías Canario-Africanas. Tras su almacenaje, la sal era transporta­da por mar hasta el vecino pueblo de La Caleta. Pasaron por diversas vicisitudes históricas, con muchos altibajos en su producción, aunque se llegaron a alcanzar más de mil tonela­das en condiciones óptimas de explotación. Hace unos veinte años que están prácticamente abandonadas.

Están incluidas en el Parque Natural de los Islotes y Riscos de Famara. Mantienen su tra­zado y siguen anegándose periódicamente de agua, por lo que conservan su especial valor ecológico y paisajístico con su retícula de láminas de agua reflejada hacia las alturas como un conjunto de espejos de colores. Se propone su protección y mantenimiento, dado su gran interés histórico, cultural, ecológico. Su presencia enriquece con singular colorido el magnífico paisaje que puede contemplarse desde el Mirador del Río.

Tipo: antigua de barro.

Localización: El Rio, al pie de los riscos de Famara.

Fecha de construcción: año 1520. Son las salinas más antiguas de Canarias.

Superficie total: 90.000 m.

Superficie de calentadores: 33.000 m. Superficie de pocetas: 57.000 m.

Captación-Impulsión: tres tomaderos. Sistema de riego: canales de barro y mortero de cal.

Producción óptima anual: 1.000 Tn. Edificaciones: salón de la sal.

Estado actual: se mantiene el trazado. Situación urbanística Parque Natural.

Propuesta: protección y gestión sus valores paisajísticos e históricos son indudables.