Historia / Referencias históricas

 

          

            Las formas de vida de antes eran muy distintas a las de ahora, y mientras actualmente, las profesiones o dedicaciones son estables y características, antes se dedicaba la gente de forma profesional, a una diversidad de oficios que eran los que mantenían y generaban el movimiento y vidas de las gentes y sus familias, y ahora sólo vamos a referirnos a algunos de estos oficios, dedicación y alguna anécdota.

            Todavía hay algunas personas mayores, que se acuerdan de las andanzas de un señor venido de la Península y casado aquí, como fue el popular ENRIQUITO EL ENLAÑADOR, que era Enrique Miralles Domeneq, y este hombre trabajaba en su casa en Haría y también se desplazaba y se recorría los pueblos del Municipio, y se le recuerda de ver en Máguez, con el trompo de enlañador, que era un dispositivo preparado para hacer agujeros en la loza, y se preparaban los enlaños, que eran grapas al fin, y los fallitos que quedaban, se cubrían con masilla, y no se salía el agua.

            Antes, la loza que tenía la gente en sus casas era deficiente y a veces hasta muy sucia, y llegó a decir alguna de estas personas profesionales, que tenía que trabajar con la cabeza virada para atrás, porque no podía aguantar la peste que le proporcionaba por ejemplo, la raña de  una escupidera o vasinilla de loza, y eso no deja de ser gracioso.

            Antes eran pocas las cosas que venían de fuera, y mas bien se hacían o preparaban aquí los utensilios y enseres que se hacían de uso diario, y así los baldes, los regadores, los azufradores, los cacharros y demás objetos, todo se hacía aquí, y para adquirir alguno, había que acudir al herrero, o al latonero, y algunos recordamos todavía a algunos más antiguos, como Eduardo Villalba Fontes, que le decían Maestro Eduardo, y estaban otros como Don Lilo, que era Eligio Hernández Vega, y más tarde estuvo su hijo Antonio Hernández Viñoly, que le decían Antonio el de Don Lilo, y también estaba Arístides Bonilla González, y los maestros que eran al tiempo latoneros y barberos, como Domingo González Suárez, conocido por Domingo Boguita, y su hijo Tomás González Cruz, conocido por Tomás Boguita, y en Máguez estuvo Juan Llánez, que fue un gran latonero, pero más tarde se situaron como herreros, donde también trabajaron como tales, Rafael Perdomo León y Andrés Brito Betancor, y más tarde se situó en Haría, Marciano Acuña Brito, que fue un gran herrero, que hizo las mejores herramientas agrícolas de Lanzarote, y que también se hiciera un gran fontanero y hacía lo que le encargaran, y también estuvo como tal, Antonio García Betancor, y posteriormente su hijo Alexis García Betancor, pero digamos que también habían otros profesionales de oficios antiguos, que se ejercitaron en hojalatería y como herreros, además de unos buenos mecánicos que fueron, Fermín Santana López y Marcial Barreto Viñoly, mecánicos que alternaban también su dedicación principal, con la indicada dedicación complementaria, y además se han situado de último, otros mecánicos como Alfredo de León Robayna, con sus ayudantes,  y Manuel Zerpa Torres, en Haría.

            Recordemos además, que en Haría hubo también un buen herrero y latonero, como fuera Andrés Arráez Callero, que además trabajaba de chófer, y hasta fue relojero.