PUEBLOS:   Guinate

 

 

Parece que el nombre de GUINATE, tenga una referencia de origen guanche, aplicado a una zona que se halla ubicada a la izquierda del camino del pueblo de Máguez hacia el de Ye, enmarcada por la Cuesta de Ye y Ladera de Guatifay al Norte, con un espacio abierto mirando hacia los islotes del Norte de Lanzarote, cuyo lugar es muy propio para convertirlo formalmente en el "Mirador de Guinate", con  la Montaña del Jorado al Oeste o Poniente, que tiene por detrás un risco acantilado muy peligroso, con una altitud de unos 500 metros, y por el Sur, se halla limitada por el Valle del Rincón de Guinate, con la denominada "La Degollada", por la Ladera de los Morros de Guinate y Ladera de Las Calderetas, estando su parte Este o Naciente, abierta al Camino de Máguez a Ye.

GUINATE  fue en primer lugar una zona, en la que había algún cortijo y muchas fincas privadas, en las que se plantaban toda clase de cultivos, predominando la papa, pero también se plantaba mucha alfalfa, que tuvo mucho arraigo en la antigüedad, por su venta hacia afuera, para otras islas especialmente, mediante la intervención de muchos estraperlistas que hubo en el Municipio.

Como pueblo, GUINATE es un poblado nuevo, pues en 1830 no aparecía como tal núcleo poblacional, en los Padrones de Habitantes del Municipio, ni en otros documentos de consulta.

En Guinate hubo un Cortijo, que fuera adquirido en los años de 1920 por Don Antonio Ramírez del Castillo, que fuera Alcalde de Haría, en 1918, que tuvo una gran producción de cultivos ordinarios, pero también con una fuerte dedicación al cultivo de la alfalfa, que estuvo a cargo de Don Segundo Ramírez Figueroa, por muchos años hasta su final, en que los herederos lo vendieron, con una gran porción dedicada al "Ave Park de Guinate", en los años de 1980, que ha venido a ser la primera actividad y más importante habida en Guinate, distinta a la agricultura.

Guinate es cuna de muy buenos risquemos, cuales fueron varios hijos de Don Bernardo Quesada Acuña, como Don Tomás, Don Emilio y otros, y además su nieto, Jesús Hernández Quesada, también fue muy ágil en estas tareas.

Fue también Guinate, cuna de varios pastores, también de la misma familia de Don Bernardo Quesada Acuña, que por ser muy hábiles en el Risco, se introducían con facilidad en sitios peligrosos y hasta en los riscos.

El pueblo de Guinate, ha sido un entorno en que sólo había agricultura y alguna ganadería, con derivaciones de la caza de pardelas y conejos en los riscos cercanos, pero era algo para pocos.

Aparte, también los pocos habitantes de Guinate, también bajaban el risco  por una vereda que había, bastante peligrosa, y se iban a pescar o mariscar, y así  luego subían morenas, pulpos, lapas y burgaos, para sustento de la familia y alguna poca en forma de venta.

En Guinate no había Ermita, hasta que en principio de la década de los años de 1970, el entonces Alcalde Don Juan-José Santana de León, se interesó en la consecución de solar para ello, y se englobó en un Plan de Necesidades como una obra comunitaria, y así se hizo la denominada Ermita de Guinate, en colaboración con el entonces Cura Párroco, Don José Lavandera López, que luego tomó la advocación de la Virgen de Nuestra Señora de Lourdes, celebrándose fiesta todos los años a partir de ahí en torno al día 11 de Febrero.

El pueblo de Guinate tampoco tenía lugar de esparcimiento donde la gente pudiera pasarse sus ratos de ocio, y fue entonces en los años de 1970, cuando siendo Alcalde Don Juan José Santana de León, se llevó a cabo la construcción del Centro Sociocultural de Guinate, por la modalidad de Obras de Acción Comunitaria, y así se logró hacer con la mediación de los vecinos aportando mano de obra.

Digamos que el pequeño pueblo de Guinate, no contó nunca con un Centro Escolar propio, y sus alumnos se desplazaban a los Centros escolares de Máguez, a unos dos kilómetros de distancia.

El entorno de Guinate, tenía problemas de agua como todos los lugares del Municipio, pero tenían en el Risco cercano, la denominada "Fuente de las Ovejas", que la aprovechaban para proveerse de alguna necesidad de agua, aunque era poca la que se obtenía.

En el pueblo de Guinate se produjo en los años de 1980, la fundación de una importante atracción avícola, abierta al turismo, con la introducción del denominado "Ave Park de Guinate", que ha sido una importante atracción turística y que por otra parte, se situó una industria que vino a crear varios puestos de trabajo, y así hay varias personas del Municipio, en especial de Guinate, que han tenido allí su puesto de trabajo durante muchos años, y cuya industria permanece.

En el Caserío de Guinate sobresalió una persona del pueblo, que llegó a considerarse como uno de los mejores curanderos del Municipio y de la isla, en especial en problemas de desconches en huesos o musculatura, pero aparte otras formas de curandería más generalizada, como lo fue Don Gonzalo Morales Paz, casándose luego con la vecina de Máguez Don Guillermo Perdomo Viñoly, trasladándose de casado, a Máguez, donde luego vivió durante sus últimos años, en la Calle de Tahoyo, desde donde atendía a sus pacientes, que acudían muchos a diario a curarse, pero que venían hasta de la Vuelta de Abajo.

En el pueblo de Guinate destacan además algunas otras personas que eran muy respetadas, como Don Bernardo Quesada Acuña, Doña Bernarda Paz Noda, aparte de algunos hijos de éstos, Don Segundo Ramírez Figueroa, Don Manuel Hernández Armas, Don Juan Betancor Luzardo, como también de una forma especial, Don Julián Perdomo González, como también posteriormente, Don Eloy Betancor Perdomo, aparte de otros.

Pero destaca de una forma especial, Don Julián Perdomo González, ya que es la persona que encargó el entonces Alcalde Don Juan-José Santana de León, para hacerse cargo de la dirección de las obras de Acción Comunitaria que se hicieron en la década de los años de 1970, en el pueblo de Guinate, en que se conseguía ayuda para materiales, y los vecinos aportaban la mano de obra, y así Don Julián, de forma permanente, y la colaboración que consiguió de los vecinos de un pueblo tan pequeño como Guinate, con unos sesenta habitantes, consiguió que se culminaran las obras de la Ermita y del Centro Sociocultural de Guinate, pero Julián tuvo aparte de algunos vecinos, una gran colaboración de su mujer Doña Juana González Acosta.

Luego, a partir de la inauguración en los años de 1970, como cada año se hacía una fiesta, se empezó a hacer en la propia casa de Don Julián Perdomo, aportando comidas y bebidas, pero más tarde, al fallecer Don Julián, se hizo cargo de atender esta fiesta en especial, Don Eloy Betancor Perdomo, con su familia, su mujer e hijos.

Estas dos familias, se merecen un debido reconocimiento, pues se preocuparon por dar lo mejor posible a su pueblo, y eso no se paga con dinero, es más profundo.

Pero Guinate, no obstante ser un pueblo tan pequeño, tuvo mujeres muy guapas y atractivas, y no nombremos la gente más nueva, y vayamos un poco más atrás, y así dos hijas de Doña Bernarda Paz Noda, casaron Doña Irene Morales Paz con Don Miguel Recatalá Ballester, Guardia Civil, y Doña Rosa Morales Paz, con Don Laureano Dóniz Costas, que fue militar, y otras más.

Haría, a 14 de Junio de 2011.