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Fuente: Progreso
Diario Republicano Autonomista
Decano de la prensa de Tenerife
Año XXII –Número 6.578
Viernes, 11 de marzo de 1927

 

Hemos llegado al pueblo más pintoresco de la isla; los cortes geológicos de sus elevadas montañas son armoniosas. El blanco caserío a la sombra de elegantes palmeras, presenta un aspecto verdaderamente arábigo.

Al estampar el nombre del pueblo que nos ocupa, acude a nuestra mente la silueta simpática de aquel sacerdote ilustrado y filántropo, que se llamó Rafael Cortés y Spinola, cuya casa estaba siempre abierta al forastero y a todos sus parroquianos, sin distinción de clases sociales ni de matices políticos.

La charla amena y enjundiosa de aquel inolvidable Ministro del altar, su humorismo y su gracia atrayentes, y sobre todo su vasta cultura débanle gran relieve a su conspicua personalidad.

Con verdadera devoción, rendimos en estas líneas culto a la memoria del que fue nuestro entrañable y cariñoso amigo.

Distintas veces hemos dirigido nuestra premiosa palabra a los habitantes de Haría y allí en todas ocasiones hemos tenido la suerte de que nuestras modestísimas conferencias hayan sido benevolente acogidas.

La citada localidad que nos inspira estos renglones, fue hasta ayer el baluarte del antiguo bando leonismo, en el terruño en donde vimos la primera luz.

Al desaparecer del escenario de la política los históricos paridos turnantes, surgió en Haría gente nueva, en el sentido de que jamás ejerció allí funciones de mando, y entonces, como mal forjados castillos de naipes rodaron por tierra aquellos elementos que venían disponiendo a su antojo de la cosa pública.

Don Maximino Feo y Rosa, que en los mejores tiempos del leonismo, no doblegó la cerviz ante el cacique teldeño, sino que además combatió a fuego y sangre a los rábulas del que fue por largos años arbitro de los destinos de esta Provincia, es hoy Alcalde del Expresado pueblo, y ha logrado encauzar por las vías de una honrada administración a aquel Municipio, en el que hasta ayer imperaba el más escandaloso desbarajuste.

El Sr., Feo y Rosa, apellidos que forman un contraste a la manera que contrata notablemente, en la actualidad, la pulquérrima administración comunal de Haría, con la de aquellos tiempos en que predominaba la funestísima política de un odioso y odiado caciquismo.

El digno Delegado del Gobierno en esta roca oriental del archipiélago, doctor don Francisco Hernández Arata, puede estar satisfecho y orgulloso, de su obra regeneradora en Lanzarote, puesto que en todos los pueblos que están bajo su mando, se ven las luminosas huellas de: progreso, en los diversos órdenes de la actividad humana.

Como nuestra pobre pluma no ha sido nunca débil ni tornizada -por eso hemos llegado pobres como las ratas al ocaso del vivir - la mojamos en el tintero de los acontecimientos, y por ello elogiamos como se merece la gestión administrativa del Sr. Feo y Rosa y de los ideles que integran la Municipalidad de Haría, porque vienen incesantemente elaborando por el adelanto y bienestar de dicho pueblo, que estaba ha tiempo ávido de justes y santas reivindicaciones.

Haría es risueño oasis, a la fresca sombra de cuyos palmerales, hemos reclinado nuestra encanecida frente, después de las fatigas de un viaje a través de campos yermos, que sufren las inclemencias del cielo.

Arrecife, febrero de 1927