CULTURA:  --  Rincón literario

 

 

 

Fuente: la Hoja del Municipio de Haría
Edición número 237 Año V del 8 al 14 de julio de 2005


Anochecía, un manto de brumas que haría la vida bajo cubriendo todo el paisaje, en el ambiente se respiraba un olor a humedad, un perro sin rumbo fijo y meditabundo, le acerqué que unas salchichas, movía el rabo con alegría, unos niños regresaban a casa del brazo de su madre, aún más lejos ruidos de coches rompían la verdadera paz y sosiego del lugar.

La abuela, muy cariñosa nos ofrecía su regazo, sentados todos a su alrededor escuchando su sabios consejos y los clásicos cuentos de lejana juventud. Se levantó y le y en el pequeño murete, junto al camino, nos acercó unas " papas fritas con azúcar" que sabían a gloria. Dimos cuenta del sabroso manjar, estamos derrotados, el juego, paseo por el barranco, subida al moral... Y todo el ajetreo propio de un joven, habían dado sus efectos, caímos... Uno a uno nos llevó al amplio camastro que crujía ante el peso que le caía encima. Yo soñé, pero mucho, pues las imágenes venían con inusitada rapidez. Los juegos, mi espíritu aventurero que me trasladaba a sinuosos caminos, casi sin fin... imágenes de Santos, llagas, ampollas e incluso sangre que caía de mis maltrechos pies, las botas viejas y rotas eran un poema, el polvo cambiaba su color marrón.

Mi apoyo era el viejo bastón del abuelo, me permitía sortear piedras, charcos, subidas y bajadas que se sucedían... sudaba... grité: " agua, me ahogo" y allí como por arte de magia, apareció mi "ma", me acercó con amor un vaso de agua, bebí y seguí con el sueño.

Amigos y sufridos compañeros de ruta cantaban alegres melodías, a pesar del gran esfuerzo que hacíamos. Un alto en el camino nos llevó a devorar con lujuria unos bocatas de chorizo, chocolate, almendras y galletas... los cánticos de los gallos nos despertaron, abrí los ojos, me situé en el tiempo y lugar.

Estaba en Haría, la vivienda familiar, este bello valle norteño me atraía, amanecía, el sol salía tras las montañas de Aganada, al fondo Punta Mujeres... parte de nuestro terruño, donde cuando sea mayor, construiré mi morada y, desde allí, diré adiós para siempre cuando el "Ser Superior" me llame a su lado.

Todo había sido un sueño, un bello sueño, pero lo positivo de ello es que si queremos lo podemos convertir en REALIDAD. Haré y lo prometo ante la foto de mi querida "ma" (Antonia) todo aquello que mi interior me pida realizar. Aún hay todavía en eterna juventud " un camino por recorrer".