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PUBLICACIÓN DEL CABILDO INSULAR DE LANZAROTE ARRECIFE-1964

El volcán y el Malpaís de la corona. La "cueva de los verdes y los Jameos

 

La Cueva de los Verdes.

Esta cueva en la que ocurrieron algunos hechos de la historia de Lanzarote, es un tramo relativamente corto del gran tubo volcánico de los Jameos. De la totalidad del tubo, de unos seis mil cien metros de longitud, la Cueva de los Verdes ocupa solamente alrededor del kilómetro.

El Cabildo Insular de Lanzarote ha ordenado, dada la gran belleza de este lugar, la iluminación de este paraje y el trazado de accesos cómodos para que pueda ser admirada y visitada.

Desde el punto de vista vulcanológico, este gran tubo volcánico es excepcional por sus enormes dimensiones y por los diferentes aspectos de múltiples rincones, aspectos que se deben a la acción de la elevadísima temperatura de los materiales incandescentes que circularon por este conducto durante varios meses. No existe en la literatura volcánica, hasta ahora conocida por nosotros, una descripción de una formación semejante en los campos volcánicos del resto del planeta en cuanto a longitud y dimensiones. Por otra parte, existe el fenómeno de encajamiento a la manera que lo hacen los arroyos de alta montaña pero en este caso, no por acción erosiva sino por fusión de las rocas del lecho de este río de lava subterránea. Todos estos hechos son realmente de gran interés y especialmente sus dimensiones, ya que, dada la resistencia de los materiales que forman la bóveda de esta gruta, no pueden ser más grandes porque se hundirían las bóvedas como, en efecto, así ha sucedido en algunos puntos. En este gran tubo se ha verificado el hecho de que en aquellos tramos donde el ancho pasó de los 20 metros, los techos se arruinaron durante el período de enfriamiento y retracción de los materiales lávicos.

La composición química de las lavas del volcán de "La Corona" y de su malpaís, corresponde a la de un basalto olivínico muy semejante a las lavas arrojadas por los volcanes que entraron en erupción durante la prehistoria de Lanzarote.

Uno de los interesantes aspectos estéticos de la cueva es la extraordinaria gama de colores que tapizan las bóvedas y paredes. Algunas lavas cordadas, puestas al descubierto por desprendimiento de algunos bloques tienen colores de rojo vivo debidos a la oxidación del contenido en hierro de los basaltos por su brusco recalentamiento. Numerosas precipitaciones salinas cubren las paredes siendo dejadas allí por evaporación de las escasas aguas que se filtran desde la superficie. Estas sales presentan una gran gama de colores que llaman profundamente la atención. Son frecuentes pequeñas rosetas radiales formadas por finas hebras de brillo sedoso, probablemente agregados fibro-radiales de cristales esqueléticos de aragonito.

Otro aspecto de interés lo constituyen aquellas superficies abovedadas, especialmente debajo de las cornisas, donde la intensa irradiación calorífica volvió a fundir los materiales lávicos que estaban en proceso de solidificación, hasta darle consistencia liquida. Esta refusión origen al desprendimiento de gruesas gotas que al enfriarse quedaron en forma de millares de colgantes puntas de aspecto característico.

No es fácil imaginarse cuál era el ambiente reinante en el interior de esta gruta mientras barrancadas de fulgurante lava se deslizaban por su fondo en medio de un sordo estruendo y con una temperatura de unos mil centígrados.