FUENTE: Lancelot nº 118
25-12-2004
Un estudio realizado por la
Consejería de Medio Ambiente
refleja el buen estado en que se
encuentra la población de
palmeras del Valle de Haría que
asciende a 2.405
La Consejería de Medio Ambiente
y Ordenación Territorial del
Gobierno de Canarias, a cuyo
cargo se encuentra Augusto
Lorenzo, presentaba en Lanzarote
esta semana un estudio en
profundidad sobre la
problemática real del palmeral
de Haría.
Este
análisis pormenorizado trata de
ahondar en cuáles son las causas
de la degeneración, pérdida de
vigor vegetativo y muerte de
algunas palmeras que se han
producido en el palmeral.
El trabajo consiste en la
elaboración de un censo de
palmeras en el que se recogen
sus características y principal
problemática y pretende
posibilitar el planteamiento de
acciones concretas que permitan
su recuperación. Este censo ha
permitido echar por tierra la
leyenda que definía a Haría como
el Valle de las 10.000 palmeras,
ya que en realidad tan sólo se
han inventariado 2.40.5 palmeras
repartidas en 431'45 hectáreas
del municipio (sólo se han
contabilizado las ubicadas en el
Valle).
El proyecto implicaba el estudio
de manera individualizada de
cada una de las palmeras Y
reveló que, en término generales,
la salud del palmeral es buena,
ya que de todas las palmeras
analizadas tan sólo 123
presentaban alguna afección "fundamentalmente",
explicó el consejero, "virosis,
ataques de cochinilla y Opogona
sacchari y daños normalmente de
origen antrópico, siendo la
quema intencionada y los golpes
los más importantes de todos".
Composición del Palmeral
El responsable de Medio Ambiente
reveló que la mayor parte del
palmeral de Haría está formado
por palmera canaria (Phocnix
canariensis), si bien también
están presentes palmeras como la
datilera (Phoenix dactylifem),
especies del género Whasingtonia
y una proporción importante de
ejemplares híbridos.
Con respecto a la distribución
de los diferentes ambientes
analizados, el 40 por ciento de
los ejemplares se encontraban en
cultivos abandonados y el 20 por
ciento en cultivos activos
predominando los situados al
borde a modo de linderos. Otros
ejemplares se encuentran en
jardines, bordes
de carreteras o caminos y al
fondo del barranco.
El estudio recoge además una
serie de recomendaciones
encaminadas, no sólo a la
correcta conservación del
palmeral, sino también a su
mejora paisajística. Entre ellas
destacan las labores de
construcción de alcornoque o
gorona cuando carezcan de él, la
reconstrucción de los muros
caídos, la aplicación de
firofármacos, el aporte de picón
necesario para la retención de
la humedad ambiental y retirada
de tronco carente de copa de las
palmeras muertas para evitar su
desagradable visión o efectuar
riegos de mantenimiento.
Augusto Lorenzo destacó la
enorme importancia de los
recursos paisajísticos que este
palmeral supone para Lanzarote e
hizo hincapié en la importancia
de tomar medidas para su
conservación.
Además de su belleza y de su
importante valor ecológico,
científico y simbólico, el
palmeral posee un importante
Valor económico y constituye,
según afirmó, un elemento
fundamental del paisaje insular,
tanto natural como urbano, muy
apreciado por el turismo.
|