Geografía/ Flora

 

 

 

La Provincia
30 de Marzo 2004

El número de ejemplares que existen asciende a unos 2.200 según las últimas estimaciones

El abandono de la agricultura, el declive progresivo de las actividades artesanales ligadas a los productos procedentes de la palmera (púrganos y hojas) para la confección de cestos y sombreros, entre otros elementos, y el estrés hídrico de las plantas por la falta de agua han ido mermando el palmeral del pueblo de Haría.

La estampa que ofrecía el valle norteño hasta hace tan sólo unas décadas con miles de palmeras en laderas de montañas y cultivos ya forma parte del recuerdo y en la actualidad se conservan únicamente unos 2.200 ejemplares según estimaciones realizadas por los técnicos que se encargan de su conservación. Desde 1997 la empresa Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental S.A. (Gesplan), un ente del Gobierno canario, se encarga tras la petición del cabildo lanzaroteño, de la poda y limpieza de los ejemplares así como de su tratamiento para evitar que se mueran. La salud del palmeral es buena pero es necesario repoblarlo para que no acabe desapareciendo. De hecho el sábado se plantaron medio centenar de palmeras.

Marcos Díaz-Bertrana, técnico agrícola, destacó que una de las características que distinguen al palmeral de Haría del resto de plantaciones de ese tipo en otros puntos del Archipiélago, es la robus­tez de las unidades. La altura media de cada palmera es de unos 7.5 metros aunque hay alguna planta que llega a los 28 metros. La edad media de los vegetales que quedan está entre los 30 y 40 años.