Geografía/ Datos geográficos

 

 

DIARIO DE AVISOS
CANARIAS 7 (Domingo, 19 de Septiembre de 2004)
TEXTOS: Enrique Bethencourt
MTC MUNICIPIOS DE TODA CANARIAS (LANZAROTE)

  

HARÍA : EL OASIS DE LA ISLA DE LOS VOLCANES

Haría constituye un lugar especialmente singular dentro de una isla, Lanzarote, en el que el volcán ha marcado el paisaje tanto como a la vida cotidiana de sus habitantes. Aquí también es perceptible la presencia de los efectos del vulcanismo en distintas etapas, pero el malpaís se combina con el valle fértil y las vegas agrícolas. Y el peso del sector primario le convirtió en buena parte de su historia en el segundo municipio de Lanzarote, especialmente mientras la capital estuvo ubicada en la limítrofe Teguise.

En este municipio del norte de la isla de los volcanes se registran precipitaciones por encima de la media insular y temperaturas ligeramente más bajas, y la influencia conjunta del macizo de Famara -uno de los más antiguos de la isla, con una edad de 20 millones de años- y de los vientos alisios la convierten en una de las zonas más fértiles de Lanzarote.

DIEZ MIL PALMERAS

Llegar al valle de Haría es hacerlo a un singular oasis, con sus miles de palmeras, que rompe radicalmente con el paisaje árido que prevalece en la mayoría de la isla. Denominado Valle de las diez mil palmeras, el abandono de la agricultura y la presión humana trajo también consigo una disminución y deterioro del palmeral, que ahora trata de ser mitigada con la actuación conjunta de distintas instituciones públicas en favor de la Phoenix canarienses.

Muy cerquita, la vega de Máguez todavía muestra su poderío agrícola, presidido por el volcán de la Corona, el mismo que vomitó desde las entrañas de la tierra el Malpaís o malpei que rodea su costa y que hace posible el hermoso contraste entre la piedra volcánica y la nívea arena de las playas de Caletón Blanco o las Cocinitas, en las cercanías de Órzola.

Haría, situado a 28 kilómetros de la capital de la isla, cuenta con 107kilómetros cuadrados de superficie ( el 12,6% del global de Lanzarote), de losque un tercio corresponde a espacios protegidos.

Sus costas tienen una longitud de 46 kilómetros, con un relieve suave y playas en la parte oriental, algunas de enorme belleza y calidad, y acantilados en la septentrional.

NÚCLEOS POBLACIONALES

El municipio está integrado por diez núcleos poblacionales: Haría, Máguez, Guinate, Ye, Órzola, Punta Mujeres, Arrieta, Tabayesco, Mala y Charco del Palo, con una población global que supera actualmente los 5.000 habitantes.

Habitado desde la época aborigen, entonces se la denominaba al parecer Faria, probablemente un derivado de Chafariz, es decir, fuente o manantial de agua, sus buenas condiciones para la agricultura le hicieron crecer tras la conquista, aunque su población sufrió menguas considerables por las sequías y por las periódicas incursiones de piratas.

Haría existe como municipio desde 1835 y, como otros lugares del Archipiélago, su economía estuvo básicamente internacionalizada: primero la barrilla para la fabricación de sosa y más tarde la cochinilla, para la elaboración de tintes, sustentaron buena parte de la riqueza y el empleo.

Las extensas plantaciones de tuneras situadas en Guatiza (perteneciente al municipio de Teguise) y en Mala, que forma parte de Haría, todavía atestiguan el inmenso valor que tuvo la cochinilla en el conjunto de Lanzarote, y de manera muy especial en toda la zona norte de la isla. Unos cultivos que, en El barco fantasma, el detective Pepe Carvalho confundió, o quiso confundir, con un inmenso mar de plataneras.

Y la caída de ambas producciones, de la barrilla y de la cochinilla, sustituidas por más rentables productos artificiales, supuso, en los siglos XIX y XX, distintos y masivos éxodos poblacionales hacia Cuba, Venezuela y Tenerife.

Aún hoy subsiste algo de agricultura, sobre todo cereales, legumbres, papas y hortalizas, así como árboles frutales y viñas, pero el sector primario ya ha dejado de ser el eje de la vida económica de un municipio donde sus habitantes mayoritariamente trabajan fuera de Haría en lo que son los sectores predominantes de la economía de la isla: la construcción y los servicios.

En su momento, también se desarrolló en la zona una pequeña industria en torno a las salinas, tanto las del Risco, del siglo XV, una de las más antiguas de Canarias, como las de Órzola, de mediados del pasado siglo y que sobrevivieron hasta los años setenta.

JAMEOS

En este municipio norteño se encuentran ubicados algunos de los centros turísticos más relevantes de la isla: la Cueva de los Verdes, Los Jameos del Agua y el Mirador del Río, lugares donde el ingenio de César Manrique aprovechó al máximo las privilegiadas condiciones naturales, aunando inteligentemente naturaleza y obra humana. No estoy muy seguro de que hoy de lo permitieran fácilmente.

Por cierto, el actual alcalde, José Torres Stinga, protagonizó hace cinco años una dura pugna con el Cabildo Insular de Lanzarote en torno a los beneficios que estos centros turísticos, dependientes de la corporación insular, dejaban en el municipio en el que se encuentran asentados.

"Existía una situación de absoluta injusticia en el tema de los centros turísticos, que siendo de propiedad municipal han servido para sufragar el déficit del Cabildo durante muchísimos años. Y sin embargo, el Cabildo hacía oídos sordos a esta reivindicación legítima que compensaba con la colocación de cuatro farolas y poco más", asegura Torres Stinga.

Como era imprescindible llegar a algún tipo de convenio, el alcalde señala que intentó tender puentes de negociación, con negociaciones que se extendieron desde el 99 a mediados de 2000. "Pero a pesar de que el Cabildo de Lanzarote reconocía que la propiedad era municipal, defendía al tiempo que había que ir a un litigio para determinarla y, a la vez, consideraba que Haría estaba bien compensada, puesto que la institución insular había realizado las inversiones y, que por lo tanto, el Ayuntamiento no tenía porque tener nuevas compensaciones. Ante esta situación advertí al Cabildo que si era necesario litigaríamos en los tribunales, pero por fortuna se llegó a un acuerdo satisfactorio entre ambas administraciones", concluye.

HABITANTES

Cuando en los años treinta del pasado siglo Juan Pérez, el primer camionero de la zona, manejaba su viejo Ford por la desvencijada carretera hacia el Puerto, como denominaban los naturales a Arrecife, con una carga que incluía productos agrícolas, pero también animales y personas, nada presagiar que la vida de los hombres y mujeres de Haría pudiera cambiar su ritmo de siempre, su pobreza prolongada como una condena casi eterna. De hecho, en varios momentos del pasado siglo la emigración fue la salida natural para los harianos.

De esta manera, a principios de siglo XX, el municipio llegó a superar los 3.100 habitantes, y en 1950 alcanzó los 4.500. pero a partir de ahí se fue paulatinamente despoblando hasta llegar a los 2.600del año 70. A comienzos de la democracia local, en 1979, no se alcanzaban los 2.900, pero las cosas han cambiado, y mucho, en las últimas décadas.

Ahora, Haría cuenta con 5.071 habitantes, de los que 869 (17,13%) son extranjeros. De ellos, 312 son alemanes, 183 británicos, 51 colombianos, 42franceses y 31 italianos.

También se encuentran censados 23 marroquines, 21 argentinos, 20cubanos y 17 venezolanos, igual número que los belgas, 15 austriacos y 12 rumanos, entre otras nacionalidades de procedencia entre los que no faltan uruguayos, portugueses, estadounidenses, noruegos, rusos o daneses.

La tenencia se ha invertido respecto al pasado de pueblo emigrante y muchas personas valoran la zona, especialmente algunos de sus núcleos, como un lugar adecuado para vivir, por su clima, su tranquilidad y el mantenimiento de un sabor propio, todavía no excesivamente contaminado de las impuestas homologaciones que suelen caracterizar a los lugares con mayor peso del turismo, tan parecidos unos a otros -en su estructura urbana, en su ocio y hasta en su gastronomía- en cualquier lugar del planeta.

PRESUPUESTOS

En 1979, cuando se celebraron los primeros comicios democráticos tras la dictadura franquista, el Ayuntamiento de Haría contaba con un presupuesto de cien millones de pesetas (601.012 euros). Mucho han cambiado las cosas desde entonces y actualmente el dinero que manejan las arcas municipales supera los 4.459000 euros ( casi 742 millones de las antiguas pesetas).

Para quienes conocimos Haría en los años sesenta y setenta del pasado siglo es evidente que el municipio ha avanzado de forma notoria en estos veinticinco años de gobiernos municipales democráticos. Y ello pese a las fuertes convulsiones que en distintas etapas vivió su ayuntamiento, con algún alcalde que recorrió buena parte del espectro político -del socialismo al nacionalismo y que ahora emprende rumbo a la derecha estatalcita-, con mociones de censura postergadas por curiosas artimañas, y cuya gestión está hoy más que cuestionada.

Tanto que algunos casos llegarán a los tribunales en el próximo período. Pero eso, en Lanzarote, corre el riesgo, desgraciadamente, de terminar no siendo noticia.

FUTURO SOSTENIBLE

Con un pasado duro, de olvido, pobreza y emigración, y un presente de auténtica transformación, su alcalde tiene bien claro cuáles deben ser las líneas que deben presidir el futuro del municipio: "tiene que ser un modelo estrictamente de desarrollo sostenible y así lo hemos recogido en el Plan General que acabamos de sacar a información pública este verano. La mayor riqueza del municipio es la conservación del territorio. No hay que olvidar que en nuestro caso contamos con un 30% del suelo protegido".

Torres Stinga concluye destacando que en Haría "no se deben ni pueden establecer zonas de macrodesarrollo en el litoral, y el equilibrio actual hay que seguir manteniéndolo. Fundamentalmente, entendemos que podemos disfrutar de nuestro espacio sin necesidad de construir de forma masiva, que es pan para hoy y hambre para mañana".