Geografía/ Datos geográficos
FUENTE: Canarias ilustradaAño I – nº9 – 1994
El pueblo que le da su nombre, enclavado en el fecundo valle llamado «de las Mil Palmeras», es también blanco, tranquilo, y hermoso. Tomar el sol en su plaza cuando la tarde empieza a caer, mirando a los niños jugar, nos produce una sensación francamente reconfortante. Si queremos disfrutar de visitas a grandiosas obras naturales, remodeladas con el gran ingenio y exquisito gusto de César Manrique, Haría también ofrece dos importantes baluartes para ver: Los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes. Estos dos puntos, ya poseedores de renombre internacional, nos cautivarán con sus bellezas de agua y de lava. Además del pueblo de Haría, el término municipal contiene varios otros, eminentemente pescadores, como Arrieta, Punta Mujeres y Órzola. Nuestro talante marino nos lleva a este último pueblo, a su pequeño puertecito, para contemplar la llegada, a eso de las cinco o seis de la tarde, de las chalupas cargadas de un pescado tan fresco que todavía brinca en los cajones que lo contienen. No en vano, la abundancia y riqueza tanto de peces como de otras especies marinas de las aguas que conforman el llamado Archipiélago de Chinijo (área marítima que rodea los islotes La Graciosa y Montaña Clara y los roques situados al norte de Lanzarote) se convertirán, dentro de muy poco tiempo, en Reserva Marina protegida legalmente, en un intento de los pescadores y del Gobierno de Canarias de restringir la pesca en la zona.
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