Geografía/ Datos geográficos
Extracto Programa de San Juan 1990
El municipio de Haría, situado en la zona norte de Lanzarote, ocupa una superficie de 107,4 kilómetros cuadrados, siendo con ello el cuarto municipio en extensión de toda la isla. El campesino únicamente aprovecha para el cultivo 36,3 kilómetros cuadrados, aproximadamente el 33% de toda la tierra. El resto está ocupado por eriales dedicados al pasto, terrenos forestal, tierras improductivas y las no agrícolas. Haría es, además, el más favorecido de la isla por las condiciones climáticas que goza para un alto aprovechamiento agrícola; su orientación y el relieve que presenta el macizo de Famara-Guatifay elevan las precipitaciones en esta zona insular. Con todo ello, no es de extrañar la importancia que aún hoy tiene en este municipio conejero el sector primario, y en especial la agricultura, dominada por los cultivos de leguminosas, las papas, los cereales, las viñas, el millo, los ajos, la cochinilla y las cebollas. Todos estos cultivos son realizados en enarenados, siendo el rofe extraído de la Montaña de Faja o del propio valle de Haría. La propiedad agraria se encuentra muy dividida, separada por muros de piedras. Este munifundismo se debe a las múltiples divisiones que por herencia se hacían de una tierra rica y codiciada y que además producía en cantidad y calidad. El minifundismo, unido a las características del terrero, no favorece mucho la implantación de maquinaria agrícola. Entre los aperos de labranza se dan algunos clásicos, como el “diablo” (especie de rastrillo para extraer las papas de la tierra sin necesidad de cavar), y la “tanganilla” (empleada para plantar leguminosas y cereales, sendo tirado tanto por animales como por el hombre), junto a algunos de reciente origen. Dentro del sector primario, la población activa ocupada en la agricultura y ganadería en 1985 era del 30%, y en la pesca el 4%. Siendo el sector secundario con las industrias y la construcción el 22%, y el terciario, con los comercios, el trasporte, las comunicaciones y los servicios, el 41%. En agricultura es interesante desde Mala, con sus tuneras para alimentar la cochinilla, donde antes se producían cereales y tabaco y algunos frutales. La viña y frutales intercalados con tuneras en Malpaís de la Corona, maravilla agrícola del campesino conejero. Las gavias de Arrieta como restos de un pasado esplendoroso. La importancia de la ganadería se da en Máguez, donde existe una cabaña de ganado cabrío con sus majestuosos pajeros como alimento para el mismo. Y la pesca en las zonas costeras del municipio, con sus puertitos donde pueden recalar los barquillos, tales como Arrieta, Punta Mujeres y Órzola, siendo éste último el de mayor importancia del municipio, además de por el factor pesquero por el turístico de cara al transporte a La Graciosa por medio de barquillos. La pesca recogida es casi enteramente dedicada a la venta directa en los numerosos establecimientos turísticos de la zona norte, que disfrutan de buena fama en mariscos y pescados. La riqueza de la tierra demostrada en su producción y el esfuerzo de sus habitantes para lograr que sea cada año más abundante y mejor, con el deseo de poder abandonar antiguos tiempos de escasez por los que tantos hijos de Haría tuvieron que marchar hacia otras tierras más, dejando atrás este pequeño paraíso verde.
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