Malpaís de La Corona-1
Geografía/ Malpaís de La Corona/ Datos interés
El accidente más elevado de la
meseta de Guatifay es el
impresionante estratovolcán de
Monte Corona, que tiene forma de
herradura abierta hacia el NE y
registra en su borde culminante
unos 609 m., aunque posee un «embudo»
interior cuyo fondo está a 418
m. Este volcán emitió lavas en
diferentes direcciones, tanto
hacia el Norte como hacia el
Sureste. En la zona Norte
predominan lavas en bloques, y
las aa llegaron al mar. Por el
Oeste también alcanzaron el mar,
después de caer en forma de
cascada desde los 400 m. de
altura en el escarpe de Guatifay,
La mayor parte de los materiales
emitidos se extendieron en
dirección al naciente y crearon
un enorme malpaís que abarca
unos 30 km2 de superficie. Las
coladas en su recorrido hacia el
mar dieron lugar a interesantes
formas constructivas, entre las
que destacan los largos tubos
volcánicos como el de la Cueva
de los Verdes,
que se origina en la falda del
cráter para alcanzar la costa e
incluso penetrar en el mar unos
2 km. en forma de cueva
submarina; este último tramo de
la gruta, recientemente
descubierto, se conoce con el
nombre de Túnel Atlántico. Otro
fenómeno interesante en este
malpaís son los jameos que se
originan al hundirse la parte
superior de los tubos volcánicos;
los más conocidos son los Jameos
del Agua, que constituyen un
centro de atracción turística al
igual que la Cueva de los Verdes.
Además, las coladas han creado,
en su contacto con el mar,
bellas piscinas naturales de
limpias y cristalinas aguas,
como son el Caletón Blanco y el
Charco de la Condesa en las
proximidades del caserío de
Órzola.
Sobre el malpaís de La Corona aparecen importantes colonias de vegetación, típicas del piso basal canario, principalmente tabaibas y verodes que alternan con los líquenes.
El agricultor lanzaroteño ha transformado determinadas zonas del malpaís de La Corona en campos de cultivo en los que se intercala la viña con las tuneras y los árboles frutales (higueras y durazneros). Los viñedos se sitúan en La Lomita, Los Molinos, Peñas de Tao, Cercado de los Burros y Los Lajares, y se extienden hasta el volcán de La Quemada. Resulta necesario destacar la labor del campesino conejero en la transformación de estos pedregales improductivos en campos de cultivo. Otra actividad que se desarrolla en el malpaís, pero que está en franca regresión, es el pastoreo; quedan aún en la zona los restos de los corrrales de piedra, en los que se agrupaba el ganado, y también los muros que los protegían de la caída en los diferentes jameos.