FUENTE: Historia natural de las Islas Canarias

Lanzarote es la isla del archipiélago canarios que ha sido más vulcanizada, incluso antes de los tiempos históricos. Además de las cadenas de volcanes del suroeste de la isla, los conos imponentes de La Corona, Guatifay y Los Helechos dominan en la parte norte. El de La Corona es uno de los más notables; a la cima se llega con muchos esfuerzos, debido a la inclinación de su pendiente y a la espesa capa de lapilli que lo cubre; las paredes del cráter son también pendientes y están completamente cubiertas de lapilli, de manera que la cima ofrece una cornisa estrecha y escabrosa, bordeada a cada lado por un precipicio peligroso. Las escorias y la lapilli han conservado toda su pureza y, con frecuencia, tienen reflejos metálicos. La lava ha salido por la pendiente meridional del cono y ha obstruido las grietas por donde nació. Esta gran corriente se dirige hacia el sureste y va a perderse en el mar, extendiéndose por la región devastada que se llama Malpays. La lava es una   basanita peridótica que, en sus cavidades, contiene cal carbonatada muy blanca. Las dilataciones de su pasta han formado cuevas, de la que una, la de los Verdes, es célebre en la historia del país.