Historia / Cartas de "Alito"
FUENTE: ECO DE CANARIAS
Haría a 22 de Febrero de
1968.
Señor director de EL ECO DE CANARÍAS.
Querido director: Ruégole publique, si lo tiene a bien, la presente carta abierta para don Facundo Perdomo.
Distinguido señor Perdomo: hace mucho tiempo que pensaba escribirle, pero como soy algo gandul para ponerme a la máquina lo he ido dejando días y días hasta que hoy decidí no retrasarlo más.
Quiero, en primer lugar, darle las gracias por el apoyo moral que me prestó, aunque no he estado muy al corriente de sus escritos pero veo que defiende usted también con calor todo lo que suponga justicia y rectitud, de lo que tan necesitados estamos, pues los españoles hemos sido siempre muy amigos de abusar de nuestras posesiones en beneficio propio, y de saltarnos a la torera los derechos de los demás.
Quiero también agradecerte su objeción sobre el seudónimo ALITO y su mudanza en HALITO. Era desde luego más bonito de esta forma, y hasta más propio, pues indica y pudiera traducirse por viento suave, aliento, rumor que corre de boca en boca de los habitantes descontentos del pueblo de Haría. la causa del ALITO es entrañable, algún día se lo explicaré, y todo lo entrañable, aunque sea feo, lo llevamos pegado a nuestro corazón, como la madre aprieta contra si a su hijo deforme y le quiere más que al sano, si es verdadera madre, claro está.
Estaba ya no obstante dispuesto a mudarlo por su HALITO, cuando una mujer me dijo el significado gracioso que el pueblo picaresco le atribuía, deletreándolo, al Alito, y ya francamente no me he atrevido a estropearles el chascarrillo. Por tanto así se quedará hasta que Dios quiera.
Otra causa que me mueve a escribirle es manifestarle que no ha habido encono, aunque lo parezca, no tenemos deseo, ni nunca lo hemos tenido de hacer daño a nadie. Somos, si, algo duros en el hablar, y algo impulsivo en nuestro carácter, y esta forma de ser puede confundirse con otras pasiones que gracias a Díos no tenemos. Guardadas están, por ahora, pruebas y fotos de pasados desafueros, y no seré yo quién desnude la espada para la guerra si no es como lo hacía San Francisco, y no seré yo quien desnude la espalda para la guerra si no es como lo hacia San Fernando, para extender los reinos de Cristo, no en mi provecho, ni en perjuicio de nadie.
Como le decía es nuestro dichoso carácter, algo rebelde e impulsivo el que nos hace escribir algunas veces más duro de lo que nosotros mismos quisiéramos. Pero tenga usted también la seguridad que igual que lo soy para censurar le seré también para alabar y con todas mis fuerzas, cuanto de noble, bueno y altruista, se haga cerca o lejos de mi. Alabaré con vehemencia cuando se arreglen los caminos, cuando se atiendan las escuelas, cuando se pongan en marcha esos dos dichosos motores de la luz, cuando llegue la corriente con más de 140 voltios como llega ahora a las casa, cuando se distribuyan más justamente los puntos de luz, cuando se dé luz a TODOS los vecinos sin dejar a nadie, y en resumen, cuando se vea efectivamente una eficaz y bien intencionada labor, de quienes están obligados a eso. Le voy a poner un ejemplo. Encuentro maravillosa y acertadísima la labor y el trabajo hecho en los jameos. Cueva de Los Verdes, carreteras que conducen allí estupendo el decorado y ambientación, correcto el servicio, vaya mi más sincero aplauso al señor presidente del Cabildo Insular por todas estas obras y a los que han colaborado y colaboran en ellas... pero ... todo este maravilloso trabajo tiene una sombra tan negra que puede oscurecer tanto acierto. ¿Cuál es? El poner cadenas que impidan el paso a los dueños de esos terrenos comunales. El poner letreritos que traten de privarlas de lo que es suyo. El permitir que gentes ajenas al pueblo hagan edificaciones sin darles a los naturales de Haría ni una ventana, ni un beneficio, ni ningún derecho en esta explotación.
Desde el Cabildo Insular ponerse al habla con la muy próxima a crearse Sociedad de Padres de Familia de Haría, para ver la forma de aunar los derechos de todos y no perjudicar a nadie. ¡Es tan fácil entenderse queriendo!
Si algún día voy por San Bartolomé iré a saludarle. Pero no me conteste porque soy gandul para escribir y me obligaría usted a una polémica periodística que me aterra.
Reciba usted un saludo amistoso de. ALITO
NOTA: Gracias a la colaboración de Guillermo Perdomo Ramírez
Haría-Lanzarote