HISTORIA  / Aproximación Hª Haría

 

Fuente: La Isla Informativa    2-7-1999

 

 

Pasadas las Elecciones el pueblo de Haría se encontraba en plenas fiestas de San Juan.

Finalizaba la Romería, que constituía, como en ocasiones anteriores, uno de los actos más emotivos y pintorescos.

Amanecía, cuando un rebuzno en plena Plaza llamó la atención de ¡as perso­nas que por allí se encontraban asistiendo a la verbena. ¿Era algún imitador con una copa de más?, No. Se trataba de un burro auténtico que permanecía ama­rrado a la puerta de la Sede de un partido político

La gente se preguntaba si aquello era "Una broma, un descuido o una casua­lidad"

Había comentarios para todos. En los mentideros del cabildo existente desde hace tiempo inmemorial en la Hoya, algún bromista se atrevía que era una ac­ción premeditada. Sin embargo, otros pensaban que fue puesto allí sin mala fe por unos jóvenes que, tras finalizar la Romería, se metieron en pleno baile y se olvidaron del burro, al que habían amarrado en el primer lugar que vieron una verja.

Hay quienes se sienten molestos por lo que, pensando mal y pronto, conside­ran una ofensa a su grupo, y así lo dicen en los medios de comunicación. Incluso aunque así fuere, dado el aire festivo del momento, no pasaría de ser una simple broma.

Recordando la pequeñez de la isla, que se presenta como un frágil grano de arena a merced de la primera pisada que pueda triturarla, - de ahí que se hable y se haga hincapié, con reiterada insistencia, en el "desarrollo sostenible"-, las distancias, mínimas, y la comunicación cada vez más rápida, hozo que el "rebuz­no del burro de Haría" se dejase sentir con prontitud en toda la isla.

Se habla y se comenta el caso, con cierta picardía, con un buen grado de humor, y es que entre tanto hablarse de pactos, políticos que se van y otros que no quieren irse a la Oposición,- el estornudo de cualquiera de ello tambalea al ins­tante la Isla de un extremo al otro -, la gente comienza a ver las cosas con calma y sosiego, con alegría y serenidad, hasta con cierta resignación.

No hay que sacar las cosas de su sitio y. si fuera una broma, ver en ello una simpática ocurrencia, que ha dado que hablar, comentar y entretener sanamente a los asiduos asistentes a las tertulias o cabildos del antiguo billar, del bar de Juan Francisco, de la peluquera o de los primeros bancos de la Plaza,

En toda la historia del pueblo de Haría y su Municipio no se había sacado tanta punta al lápiz, con escritos, unos en serio y otros en brama, con velada intención y caricaturas incluidas, como ha ocurrido en las presentes Elecciones. No se recordaba nada semejante, por supuesto con actuaciones más limitadas y ante­cedentes relacionadas con el Malpaís de la Corona, desde la década de los se­senta, y aún en tiempos más lejanos, en Octubre de 1914, por hechos que ha­bían venido ocurriendo desde 1908,

Se había escrito del pequeño y peludo asno de Juan Ramón Jiménez, o del flautista involuntario, pero no del burro que en Haría parecía querer meterse en la política.

Ahora, cuando los animales parecen no ser tan animales, cuando hasta los perros aprenden a decir mamá, había quien iba más lejos y colocándose en lugar del burro decía:


 

¡Ay! Cuanta felicidad.
Estoy lleno de alegría,
Puedo ser político,
No duermo noche ni día

He comenzado en Haría
Participando en la Romería.
Ahora unos se enfadan,
Otros se llenan de alegría.

Cuando me vi en aquel lugar
Preocupado quede yo.
Mi corazón, un vuelco dio
 Por encontrarse en tal situación.

¡No sé qué pensar!
Fue el azar o quizá no.
Una broma o de verdad,
Más, sí una realidad.

Ahora, a la historia pasaré
Todos me recordarán,
Como burro ¡eso sí!
Como político ¡jamás!

En Haría viviré, en Máguez,
también lo haré,
más en Arrieta o Tabayesco
aún no lo sé.

Burro siempre seré,
nadie se sienta ofendido
por lo que ha ocurrido,
que yo no lo olvidaré.

De bromas no  ha de pasar.
Como fiestas ha de quedar,
Entre barrón y barrón,
Tratándose de San Juan.

El próximo año ¡quizá!
A la Romería me traerán.
No dejadme al azar
Amarrado en un portal.

Que todo quede sin más,
Con respeto y curiosidad.
Que en Haría por San Juan,
A político un burro quiso llegar.

 

J.M

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


ANTONIO BERRIEL PERDOMO