HISTORIA  / Aproximación Hª Haría

 

 

Fuente:  Lancelot    nº 1022          21-03-2003

 

 

Quienes se acerquen al Valle de Haría por la Montaña, al recorrer la zigzagueante carretera de Malpaso, pueden apreciar una pequeña construcción junto al barranco de Elvira Sánchez, popularmente Virasanche, en la falda de Aganada.

Construida hace más de una década y desmantelada pronto por los desaprensivos que nada respetan, surgió como una magnífica idea, con un fin didáctico-educativo, un proyecto incipiente de lo que podría haber sido "Jardín Botánico" para conservación, reproducción, plan­tación y estudio de diversas especies de vegetación autóctona y algunas otras especialmente adaptadas a las muy especiales características de este lugar.

De haberse hecho realidad, cosa que debería haber ocurrido hace muchos años, estaríamos ante el Jardín Botánico "Estanislao González", cuyo nombre se pre­veía llevara este "Centro de carácter medio ambiental".

Recordar a Estanislao González es hablar de un entusiasta y estudioso de la vid, los cactus y la flora autóctona de nuestra isla y gran conocedor, junto con Alejandro Perdomo de sus características y ubicación en cada rincón, en cada hondonada o junto a cada piedra.

Lamentablemente, como en tantas otras cosas, las ideas, los proyectos, no han llegado a su fin, y las buenas e interesantes intenciones se han quedado en el olvido. Esto es lo que realmente ha ocurrido. Es algo que reclama una atención. Una obra pensada para una zona adecuada en cuanto a suelo, clima y entorno, como la proximidad del "bosquecillo" en la zona alta, los terrenos expresamente adquiridos para repo­blación forestal y la perspectiva de formar un conjunto, con proyección hacia .el mismo palmeral y los cercanos "tarahales", que, bordando la entrada hasta el mismo pueblo, han proporcionado una configuración y referencia destacada en este valle, un tanto olvidados desde la época en que recibían la atención del Señor Nicasio Romero.

El proyectado Jardín Botánico, además de lugar de estudio e investigación, tal como se concibió, podría haberse convertido en centro de esparci­miento e incluso turístico, en alguna de sus diversas facetas, y quién sabe si hasta de ingresos públicos.

Hacemos hincapié desde Rincón de Aganada en la conveniencia de hacer realidad el "Jardín Botá­nico Estanislao González", englobando toda una serie de plantas autóctonas y otras variedades de la zona, sin dejar definitivamente en el olvido lo que en su día se consideró interesante y que aún, sin perder actualidad, merece su particular atención.


 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 


ANTONIO BERRIEL PERDOMO