Historia / Referencias históricas
Nos viene de muy sabido desde la antigüedad más remota, la sequía que reinaba normalmente o de forma muy asidua en las islas de Lanzarote y de la vecina isla de Fuerteventura, y a eso se fueron acostumbrando todos los moradores de estas dos islas sedientas, que de tanto sufrir, muchos de los habitantes de estas islas tuvieron que emigrar, especialmente a las Américas, ante el hambre y miseria, y necesidad que imperaba.
Ante esta situación había que buscarse el agua como fuera, porque la necesidad de este preciado líquido era dominante no sólo para cubrirlas necesidades de las personas sino que también para cubrir las de los animales, que eran muchos y muy diversos, los que habían entonces, y algunos bebían exageraciones.
Antes se aprovechaba el agua como principal en la casa, para beber, la de los techos de las casas, también de las eras más cercanas u otras, que se pasaban a los aljibes de que se disponía, además de los aljibes, que se tenían para usos generales, y se cogía agua de las Calles o caminos, pero estas recogidas de agua de la vía pública, estaba sujeta al impuesto sobre acogidas y desagües, de que había establecida una Taza en los Ayuntamientos, pero estaba establecido también el de desagües, y tenían una distinta tarifa según la capacidad del depósito-aljibe. El agua que se recogía en los aljibes, no era suficiente para cubrir todas las necesidades de la casa, con sus animales propios.
Esta escasez de agua se fue solventando posteriormente en parte de alguna manera, y así l Cabildo Insular hizo un aljibe en el lugar de la Corona en el año de 1950, con una capacidad de unos 1.000 metros cúbicos, y también el Ayuntamiento hizo otro depósito en principio de los años de 1.960, en el pueblo de Ye, con unos 2.000 metros cúbicos, y aparte personas particulares fueron haciendo aljibes grandes o represas, al borde de barrancos, que fue mejorando la triste situación de escasez, que se cargaba en camiones-cuba, que había que pagar, y el propio Ayuntamiento también fue haciendo algunos otros depósitos medianos en varios sitios, que todo ello iba mejorando la situación.
Pero el Municipio de Haría, contaba, aunque no era de su exclusiva propiedad, de unos manantiales en el Valle de Temisa, destacando la denominada Fuente de “El Chafariz”, a donde la gente iba a ponerse en cola, en especial en los años de 1940, a donde la gente iba en burros especialmente, con algunos camello, con barricas, barriles, bidones y lo que hubiera, en una época en que estaba ubicado en Haría, el batalló, que necesitaba de mucha agua, pero todo se fue resolviendo en la mejor medida posible.
Pero no cabe duda de que Haría era un Municipio privilegiado en relación con otros, ya que contaba con muchos pozos, llevándose a contabilizar que se contenían en su capa freática mayormente e n el casco del pueblo de Haría, aunque también habían algunos en zona cercana a Tabayesco y a Arrieta. Estos pozos contenían agua algunos más dulce y otros algo más salobre, y tenían la potestad estas aguas, de ablandar los granos en el guiso.
Pero digamos que además Haría contaba con algunas fuentes o manantiales, que venían también a mejorar su triste situación de escasez y pertinaz sequía, y podemos referirnos a la Fuente de Gayo, en el paraje de Gayo, la de la Fuente de las Ovejas, en EL Risco de Guinate, además de muchísimas en la zona de Debajo del Risco, aunque se temían las sanguijuelas o sanjigüelas, y algunas otras que también favorecieron algo.