Historia / Referencias históricas
La Sociedad va cambiando de una forma rápida bajo los distintos aspectos de la vida y hoy nos vamos a referir de una forma generalizada a los bailes que se hacían antes en nuestro entorno más cercano, y vaya que nuestros ancestros de los tiempos más primitivos ya usaban el baile o la danza como un medio de divertirse, moviendo el cuerpo ante el gusto de los demás que los miraban, siendo además un ejercicio que favorece la salud de las personas.
Pero vamos a centrarnos en una época más reciente, en que participaban nuestros padres, abuelos o bisabuelos, o que llegamos a vivir nosotros mismos, o al menos tenemos un conocimiento más cercano de cómo se hacían estos bailes.
Antes se hacían los bailes en una casa particular, en especial de un promotor que organizaba la celebración de estos actos, y los cuales se celebraban en un almacén o en la habitación más grande de la casa, pero a veces se hacían en eras en especial, para lo que contrataban a un hombre que sirviera de portero y de guardián, al que se denominaba Cabo de Vara, y otros, y les daban las normas para mantener el mejor orden y control en el local, y que cumplían a rajatabla, en cuyo salón se entraba por turnos y podían bailar hasta un cierto número de piezas, y luego salir, para seguir entrando en los turnos siguientes que les fuera tocando, control que solo era para los hombres, y también se habilitaba un espacio para despachar bebidas, en especial vino. Estos bailes se celebraban en sábados por la noche.
Esta modalidad de bailes existió en todos los pueblos del municipio de Haría, y así aún se recuerda por las personas mayores los que se hacían en Mala, y se decía de Don Valentín Clavijo, también de Arrieta, de Don Manuel Mesa Bonilla y de Don Ramón Barreiro Mougán, y en Tabayesco estaba Don Antonio Betancor Rijo, y yendo para Ye, hubo los de Don Domingo Perdomo Dorta, Don Domingo Perdomo Perdomo y Don Ginés Hernández Perdomo, y en Órzola estaban los de Don Isidoro Curbelo Dorta, pero más tarde, con mucho rango, surgió Don Emilio Curbelo Arráez y también Don Rafael Donato Jordán Bonilla, a veces al descubierto.
Pero los más grandes eran los bailes en el pueblo de Haría, y suena aún mucho la Isleta, Cristóbal y otros lugares particulares, pero puede que Máguez fuera el pueblo que más los organizara, y suenan mucho los nombres de Don Julián Betancor Villalba, Don Faustino Betancor Feo, Don Juan Bautista de León y los llamados del Triunfo, al final de la Calle Santa Bárbara, pero los más importante fueron los bailes de Don José María Feo Barreto, hasta que vino la Sociedad en el año de 1931, de la que fue promotor primero Don José Fornas Sánchez.
Digamos que los bailes más importantes se celebraron después de venidas las sociedades culturales y recreativas y así hubo sociedades en Haría antes de 1920 y después la Sociedad Renacimiento de Mala se creó por el año de 1924 y la sociedad Casino de Máguez, en diciembre de 1931. Pero aparte hubo otros lugares de baile muy importantes, como los de Don Aquilino Rodríguez Lasso, en Haría, los de Don Joaquín Rodríguez Villalba y sus Hermanos, llamado Los Tres Hermanos, y también jugó un papel muy importante el Salón de Baile que se denominó El Canuto, regentado por Don Andrés Betancor Bonilla y Don Juan Villalba Pérez, cuyos bailes coincidentes con las décadas de 1940 y 1950 fueron muy nombrados y apetecidos y la juventud se las arreglaba para venir, cuando apenas había coches.
Luego en 1963 fue creada por el entonces alcalde, Don Juan Pablo de León Guerra, el Club de Cultura y Recreo ‘Amigos de Haría’, que tuvo una gran transcendencia.