Historia / Referencias históricas
El mundo siempre ha sido el mismo mundo, y las gentes que lo han poblado, han tenido que guardar las semillas para los cultivos del año siguiente, de un año para otro, y hay que tener en cuenta que a partir de los dos años de existencia, algunas semillas ya se van poniendo malas o viejas, aunque otras algo menos, pero ha habido que estudiarlo de una manera general, y se da la circunstancia, de que en años de pobreza y de miseria, en algunas casas ha habido que utilizar algunos productos que estaban guardados para semilla, para comer, y luego en el momento de plantar, se dan cuenta de que no hay o ya no está la semilla que se guardó un día a tal efecto, y es para llorar porque si no se siembra no se puede recoger cosecha.
Aún se recuerda por algunos mayorcitos, que peinan canas, que el guardado de la semilla del millo era algo casi ceremonial, pues siendo éste el grano principal para hacer el gofio y para proporcionar las raciones a los animales, y hacer caldo de millo, nuestros abuelos separaban las piñas más grandes, en su palote y su camisa, en número que se considerara suficiente para sacar la semilla del año siguiente, normalmente de dos a tres docenas, y con ello se hacía un haz y se ponía al sol en la azotea o parte más alta de la casa, y luego se iban bajando y desgranando las piñas que se consideraban necesarias en cada momento y se apartaban los granos más vivitos y bonitos, y se plantaban en cazolejas, poniendo dos granos en cada una y a veces convenía poner alguna de tres, por si se presentara alguna falla en el nacimiento de estas semillas.
Yendo luego al grueso de los granos, digamos que en la isla de Lanzarote y en Haría, se plantaban al menos estas otras varias semillas:
El garbanzo, el garbanzón y la garbanza, que no se picaba antes, pero que en los años de 1970, ya se notó la tracilla de estos granos y se empezaban a picar.
La arbeja era un cultivo muy prodigado en nuestro y se cogían unas tremendas cosechas y todavía se recuerda a ese montón de camellos llevando esas cargas de sementera de arbejas para la era, que a veces el baso del camello no pasaba por algunas calles más estrechas, porque no cabía. Es un grano que se ha picado de siempre y ronchaba mucho. Luego hubo muchas variedades.
La lenteja y el lentejón, son unos granos que antes no se picaban, pero que empezaron a picarse hasta desde la era, en los años de 1970.
La cebada es un grano de picarse, mientras el trigo es muy duro, con el centeno.
Otros granos son los chícharos, las chicharetas, las habas, que proporcionaban la “punta de habas”, para alimento de los animales de leche, las judías y otros.
Una segunda parte de la conservación de semillas radicaba en la conservación de tantas variedades antiguas de papas, como las de la tierra, las del ojo azul, las papas negras, y tantas otras venidas de las islas occidentales y algunas se plantaban dos veces al año, y así el guardar la semilla hasta en habitaciones dentro de la casa, resguardadas con tierra o en arenilla. Más tarde nos llegaron unas primas de las papas de la tierra, como eran las variedades del Señor Evaristo y de Juan Niz, ya casi perdidas.