Historia / Referencias históricas
Fuente:
La Hoja del Municipio de Haría
nº 374
El medio o habitáculo de que se ha dispuesto en Lanzarote y resto de las islas, ha evolucionado de una forma considerable, a lo largo de la historia, acorde con el avance de la sociedad y de los medios materiales y humanos de cada momento.
Los primeros pobladores de Lanzarote, centrados en la llegada de gentes desde otras tierras, en especial de la antigua Berbería, ubicada en una antigüedad de unos 4.500 años, denominados guanches, aunque en Lanzarote concretamente se atribuye a estos primeros pobladores, la denominación de "majos", muy pocos en sus comienzos, se ubicaban haciendo vivienda a la primera cueva o caverna que consideraban adecuada.
Los majos siguieron un modo de habitáculo con poca evolución hasta la conquista en el año de 1.402, pues seguían utilizando las cuevas, aunque también hacían algún habitáculo a base de piedra seca y procuraban situarlos de forma enterrada o semienterrada, para evitar que fueran divisados por los piratas que solían acercarse a invadir estas tierras. Una gran muestra de ello se halla palpable en el denominado "Poblado de Zonzamas", el cual, a pesar de lo que se dice, se halla en claro abandono.
Fue a partir de la conquista cuando empieza a cambiar el modo de vivienda, y así empezaron a hacerse construcciones a base de piedra y barro, pero fueron muchas las que se hacían a base de piedra seca, en forma de habitaciones o en forma de chozas, en especial en las familias más pobres.
Las familias más pudientes empezaron a construirse desde entonces, sus casas con piedra y barro y esta estructura se mantuvo hasta los años de 1.950, cuyas viviendas respondían a unos modos de pobreza como demandaba entonces la sociedad.
Algunas casas antiguas, de los siglos XVIII al XX, mas bien de personas más pudientes se hallaban dotadas de un patio grande descubierto, a la entrada, después de pasar la puerta de Calle, que estaba adornada por una cruz en lo alto del muro, y en que se hallaba un aljibe de arco sobresaliendo un metro del nivel del patio, cubierto al exterior por un muro acabado en punta, con una media docena de habitaciones, cocina, a veces hasta con tahona, dando todas las habitaciones al patio por medio de una puerta y no teniendo al exterior más puertas ni ventanas, no teniendo cuarto de baño ni de pila, teniendo por regla general un traspatio detrás de la casa, donde se ubicaban todos los animales, los pajeros, los pajares y el estercolero, corriendo sus aguas al aljibe del patio, que discurrían muy sucias, pero que fraguaban en el aljibe. Pero también habían casas de más ricos, que tenían servicio y tenían un tercer patio para el desenvolvimiento de lavadoras, modistas, criados, echura de los quesos y otros menesteres de los servicios.
Pero la casa más ordinaria de los siglos XIX y XX, tenían todas ellas, un zaguán desde la Calle, que accedía a un patio principal, descubierto, con un aljibe y su brocal, y detrás siempre existía ese traspatio, que estaba destinado a colocar a todos los animales, pajeros, pajar y estercolero, pero todas las casas tenían una, dos y hasta tres aljibes.