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Fuente: Programa de San Juan 1988

 

Es verdad que los pueblos no deben vivir sólo de su historia o del recuerdo de su pasado si no quieren morir o quedarse estancados y perder el "tren " de los tiempos en que nos ha tocado vivir. Pero igual de malo es perder su memoria histórica desde donde se ha ido construyendo su propia identidad y su propio carácter y forma de ser pueblo. Es desde aquí, donde pienso que debemos construir nuestro futuro como pueblo. Nuestro pasado histórico: tradiciones, carácter, cultura, medio ambiente, economía...contiene el bagaje, el equipaje suficiente como para embarcarnos en el Futuro, con la colaboración de todos, pasando por EL PRESIDENTE DEL PUEBLO DE HARÍA.

Y hablando de historia, en este siglo, se cumple el V CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN de la Parroquia de la Encarnación de Haría, según consta en un documento guardado en los Archivos Diocesanos del antiguo seminario de Las Palmas. Dicho documento también tiene su larga historia ya que fue robado por los piratas que en siglos pasados saquearon nuestro pueblo de Haría. El documento fue encontrado y mandado a Roma y desde Roma fue devuelto a la Diócesis de Canarias. Son quinientos años de historia que no debemos olvidar.

Y para no olvidar, sólo me resta transmitirles, para hacerla de todos, una poesía, que sin ninguna pretensión literaria, escribí a la vieja iglesia de Haría el día en que los obreros la iban a tirar definitivamente para construir la nueva iglesia.

 

                               "A LA VIEJA IGLESIA"

La van a enterrar.
Los cirios ya están
Encendidos
de lumbre de sol
que prestó la tarde
generosa.

¡Cirios de palmeras,
alumbradla bien!
Que la buena abuela
Al fin sucumbió.

Del tiempo llevó
El secreto...
...y los cuentos de hogar
de sus nietos.

La pobre de vieja...
Se fue.
¡Cirios de palmeras
alumbradla bien!

Mirad que a ustedes
se la deja el pueblo.
Que de hijos y nietos
¡Madre era y abuela!

La van a enterrar.
Fúnebre cortejo
avanza en el tiempo
despacio,
muy quedo...

¡Cirios de palmeras,
alumbradla!

 

 

 

 

 

 


EDUARDO BARRETO BETANCORT 

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