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La fotografía y la creación artística
El descubrimiento de la cámara fotográfica por Jacques Louis Daguerre en 1839 revolucionó, no sólo el campo de la tecnología, sino también el de la creación artística, pues por primera vez en la historia se podían obtener imágenes de la vida real sin recurrir a las disciplinar tradicionales del arte.
Este hecho no pasó desapercibido en los círculos artísticos del momento, sobre todo en París, donde a finales del siglo XIX se estaba gestando una de las corrientes artísticas más importantes del arte moderno: el impresionismo.
La fotografía se convierte, a finales del siglo XIX, en un elemento polémico dentro del arte. Como nueva forma de creación sus detractores no dudaron en descalificarla, tachándola de enemiga del arte e incapaz de transmitir los sentimientos del artista, circunscribiéndose simplemente a captar la realidad.
A pesar de ello la fotografía logra hacerse un hueco en el panorama artístico, revolucionario el mundo de la imagen y del arte en el siglo XX, hasta conseguir, por méritos propios, el respeto y la admiración que hoy se le profesa en los circuitos artísticos.
Breves apuntes sobre la fotografía en el municipio de Haría
Existen escasas referencias sobre la presencia de fotógrafos en Haría a lo largo del siglo XIX, salvo someros apuntes, difícilmente contrastables, aparecidos en el libro de la viajera inglesa Olivia Stone, "Tenerife y sus seis satélites", donde se hace habla de la presencia de un fotógrafo en el pueblo.
Con la aparición de los primeros estudios fotográficos y el perfeccionamiento y desarrollo de las cámaras la práctica fotográfica en la isla se va consolidando en Arrecife a medida que avanza el siglo XX.
Este hecho hace que algunos fotógrafos se trasladen al pueblo de Haría para realizar numerosos reportajes fotográficos, pues la lejanía de la capital no permite a la población trasladarse a sus estudios en Arrecife.
Pero no será hasta la segunda mitad del siglo XX cuando la fotografía alcance en Haría su máxima expresión. Javier Reyes a partir de los años 40 y Asterio Acuña en la década de los 50 se convierten, sin ser conscientes de ellos, en los cronistas gráficos del municipio, pues supieron captar a través de sus cámaras los aspectos más sobresalientes de la historia del municipio norteño.
La fotografía en Haría durante la segunda mitad del siglo XX
El trabajo fotográfico realizado por Javier y Asterio podemos dividirlo en tres grandes apartados: el retrato de estudio, más académico y ortodoxo, las escenas costumbristas, más libres y creativas, donde predominan los acontecimientos sociales destacados del municipio y las escenas populares más significativas de la vida cotidiana, así como las fotografías de paisajes, en la que se reproducen los rincones peculiares del norte de la isla.
Nos encontramos así con escenas agrícolas, eventos sociales, religiosos, festivos etc. donde se capta la inmediatez del momento, confiriendo a la fotografía un mayor realismo. De esta forma se logra dotar a la Imagen de una fuerte carga de emotividad que se ve acrecentada con el paso de los años.