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Hace algún tiempo alguien me comentaba por qué no se investigaba sobre los Corujo de Haría, una familia de mucho arraigo en la isla de Lanzarote sobre todo en los municipios de Haría y de San Bartolomé por los cantos en los Ranchos Divino, de Ánimas y de Pascuas por las Navidades. La verdad es que es muy sencillo sobre todo porque esta familia ha sabido transmitir las tradiciones orales de padres a hijos durante varios siglos.
Queremos dar un repaso a la vida del patriarca y fundador de la saga de los Corujo, pues nuestra intención es investigar y escribir la historia de Francisco González. La memoria familiar de este hombre le viene del municipio de Yaiza, donde nace el destino de ser exiliado en su propia isla. Les cuento que según notas encontradas en el archivo histórico de Teguise Francisco González era un hombre que se dedicaba al pastoreo de su rebaño y al cuidado de su esposa, de sus ocho hijos varones y de una hija. Su hija quedó en estado de buena esperanza, su novio emigró para Montevideo y nunca más se supo de él. En aquél entonces dar a luz una mujer soltera estaba muy mal visto por los cristianos. Era una mala imagen para toda la familia y le afrentaban por ello. Francisco González se traslada entonces desde Yaiza hacía Haría para que su hija no tuviera esa imagen de haber sido madre soltera y repudiarla. Había que lavar el honor familiar; por eso deciden cambiar de destino, del sur al norte de la isla, para que no les reconocieran.
Ya en Haría, con el rebaño, el trabajo de pastoreo lo hacia de madrugada para que nadie lo reconociera. Los vecinos le preguntaban ¡Cho Francisco¡ ¿a dónde va tan temprano con el ganado? ¡Por ahí corujiando! Saliendo de noche como las corujas. Así lo empezaron a llamar Cho Francisco el Corujo. A sus hijos los llamaban los Corujo; en aquellos momentos era un apodo. Luego parte de su familia se traslada al municipio de San Bartolomé donde eran conocidos por los Jarianos y los Corujo. Estalla la guerra de Cuba en 1898 y buscan para el alistamiento a unos hermanos de apellido González y como algunos de ellos ya tenían que ver con el registro civil cambiaron el apellido González por Corujo. Los González no aparecieron y los Corujo no fueron a la Guerra.
Los Corujo de Haría.
En el municipio de Haría hemos recogido testimonios orales donde nos comentan la existencia, a principio del siglo XIX, de una familia Corujo relacionada con los Ranchos de Pascua de Haría. Señor Damian Corujo García tenía un carro en Haría y fue muy nombrado por los trayectos que hacía a Arrecife. También se recuerda a su carro por ser el que trasladó el reloj de la iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación a Teguise al no tener aquella una torre donde colocarlo. El reloj había sido donado por los Hermanos Ramírez del Castillo desde Argentina. Luego la familia Ramírez envió el dinero necesario para construir la estructura de la torre de la vieja iglesia.
Hemos encontrado unos estribillos de la época, del rancho de Sr. Damian que les vamos a mostrar a continuación por su valioso interés:
“El rancho de Sr. Damian
Entrando en la iglesia
Domingo González se hizo una jeta”
Y este otro:
“Hiel y vinagre le dieron al Cristo
Y a uno me lo dieron en la casa de don Sixto”
También existe otra familia en el municipio de Haría que es muy conocida por el apodo de Corujo. Es posible que guarde relación familiar pero lo curioso de esto es que esta familia no se ha dedicado a la música desde antaño.
No faltaba la presencia de los Corujo en las celebraciones navideñas, más o menos intensa, pues solo tocaban los instrumentos en dicha época.
Los instrumentos musicales que se usaban en los ranchos de antaño eran los típicos de la Navidad en Lanzarote: timple, bandola espada, triangulo, lapas, pandero, etc.
Los Corujo de San Bartolomé
En estos años de penurias era un verdadero honor escuchar la voz de los solista en los cantos de la Navidad, sobre todo la de Domingo y Juan Corujo Martín, hombres de una extraordinaria voz lírica.