- San Juan, mar y fuego -
Por Andrés Pallarés
Padilla
INTERÉS > Fiesta de San Juan
Fuente: Lancelot
22 de junio 1.984
Noche mágica de San Juan, aquelarre popular en las embrujadas chispas de mil hogueras. Pensamientos que se quedan a mitad de camino entre las estrellas y el fuego. Noche de exorcismos y de augurios en los espejos del agua empozada...
Noches milagreras del San Juan lanzaroteño, preámbulo ígneo de la romería playera, fuego y agua de un pueblo con tradiciones viejas, a caballo entre lo religioso y lo pagano.
Miles de cuerpos semidesnudos se ofrecen al lúdico sol de San Juan en rito ancestral renovado. Cada playa, cala o rincón de la costa, es bueno para solazarse en el día que se adora el mar después de una noche sobrenatural, preñada de luminarias...
San Juan se mira en los espejos del agua calma, se rompe en garras de espuma, alivia sus viejas barbas, llenas del fuego nocturno, en el limpio y fresco mar conejero... Las muchachas ya han entrevisto la cara del novio en la clara transparente, los niños se han quedado con hambre de hogueras y susurran eI nombre de San Pedro. Los mayores ¡Bueno, los mayores pensamos que se ha ido otro San Juan y que el próximo quizá baje el dedo!... Todos tienen miedo de mirarse en el agua del aljibe, por si acaso no aparece su cara reflejada y no llegan al otro San Juan.