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A los 108 m. de longitud de la galería principal se abre en el techo una grieta muy estrecha (unos 1,5-2 m. de anchura). Por ella se accede a una galería superior ue discurre paralela a la galería principal. Mirando hacia arriba se observa el típico efecto de espejo que indica la presencia de una burbuja de aire.

Siguiendo la dirección de la galería hacia el exterior se llega hasta un tramo completamente seco que se ciega en un desprendimiento de bloques. En el sentido contrario se vuelve a sifonar. A unos 20 m. de la primera conexión se abre un nuevo gujero en el suelo (de unos 5 m. de diámetro) que vuelve a comunicar con la galería principal aproximadamente en la cota de los 130 in. La galería continúa con más dimensiones medias de unos 4 m. de diámetro. El suelo también es un caos le bloques tapizado del sedimento blanco de foraminíferos, aunque menos compactado.

Aproximadamente a los 140 m. de la primera conexión se abre una tercera que también comunica con la galería principal, esta vez en la cota 250. Unos metros más adelante la galería cambia totalmente de aspecto. La sección se hace completamente cuadrada, desaparecen los bloques del suelo que se transforma en una serie de losas de varios metros de longitud, resquebrajadas y desplazadas de su posición original por las distintas fuerzas que actúan sobre la lava durante su enfriamiento en el proceso de formación del tubo lávico. Estas losas presentan sobre su superficie «ripples» colmatados por el sedimento blanco.

Después de un recorrido de unos 100 m., la galería vuelve a adoptar su sección habitual. En algunos tramos aparecen falsos techos formados por burbujas de gases durante el enfriamiento de la lava. Del techo penden en algunos lugares lo que Hernández Pacheco denominó «estafilitos», por su gran parecido con las estalactitas que se encuentran en las cuevas calizas. El suelo de este tramo también presenta «ripples» colmatados, esta vez de un sedimento pardo de aspecto arcilloso. Aproximadamente a los 390 m. de recorrido de esta galería superior, el techo comienza a aproximarse al suelo hasta hacerse completamente impracticable.