CÉSAR Y HARÍA
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MUERTE: LA VOZ DE LANZAROTE
FUENTE: LA OPINIÓN DE TENERIFE
Sábado, 17 DE AGOSTO 2013
Día grande de César Manrique en Haría
El Ayuntamiento norteño declara al artista Hijo Adoptivo del municipio y le concede la medalla de oro
Aránzazu Fernández
Salón con chimenea. Para llegar al salón hay que atravesar un patio y un vestíbulo. a. p.
Haría refuerza sus lazos con César Manrique. El ayuntamiento declaró ayer al creador Hijo Adoptivo a título póstumo del municipio por las intervenciones artísticas que realizó en el norte de Lanzarote y por el "incansable trabajo de concienciación social en defensa de los valores patrimoniales de Haría". Los Jameos del Agua, el Mirador del Río, el mural de la ermita de Máguez y el Mirador de Malpaso son los espacios que llevan el sello manriqueño en esa comarca, además del Juguete del Viento instalado en la rotonda de Arrieta.
El valle de Haría fue la zona en
la que Manrique pasó la última
etapa de su vida, entre 1988 y
septiembre de 1992, año en que
falleció en accidente de tráfico
a escasos metros de la fundación
que lleva su nombre, en Tahíche
(Teguise). Por expreso deseo de
Manrique, su tumba está en el
cementerio de Haría y sobre ella
crece una de las palmeras que
estaban plantadas en el jardín
de la vivienda que habitó hasta
el final de sus días. Su
residencia, convertida en casa
museo por la Fundación César
Manrique (FCM) abrirá sus
puertas al público el próximo
martes.
"César estaría muy feliz con la
declaración de Hijo Adoptivo.
Apreciaba el calor humano de la
gente que él quería", declaró
este viernes José Juan Ramírez,
presidente de la FCM y heredero
universal de los bienes del
artista, entre los que se
encuentra la citada casa, que
donó a la institución.
La relación de Manrique con
Haría se remonta a la década de
los sesenta del siglo pasado,
cuando inició las obras de
Jameos del Agua, el primer
centro turístico del Cabildo que
llevó a cabo y uno de los
ejemplos de la simbiosis entre
arte y naturaleza, una armonía
en clave de sostenibilidad. En
palabras de Ramírez, "César vino
a Haría buscando el modelo de
isla que quería para Lanzarote".
Su decisión de trasladarse a
vivir al enclave norteño a
finales de los ochenta obedece a
su búsqueda de la tranquilidad
para poder pintar en plenitud y
en contacto con la naturaleza. "Espero
que conserven el motivo por el
que César quiso venir a vivir a
Haría y que la casa museo
contribuya al bienestar de los
vecinos", deseó Ramírez.
Por su parte, el alcalde de Haría, José Torres Stinga, señaló que con el nombramiento de Hijo Adoptivo y la entrega de la medalla de oro del municipio, que se colocará en la casa museo junto a otros reconocimientos de Manrique, "saldamos la deuda que teníamos con César. El artista se quedará para siempre en nuestro recuerdo".
Torres Stinga invitó a los ciudadanos a "declararnos hijos adoptivos de César y comprometernos con su ideario para mantener el patrimonio natural y arquitectónico como señas de identidad de nuestro municipio". Juana Manrique, hermana de César, mostró su agradecimiento porque "ya era hora de que lo nombraran Hijo Adoptivo, cosa que nos alegra muchísimo". Feliciano Luzardo, Rafael Betancort, Nazario de León y Gregorio de León trabajaron con Manrique en la construcción de los centros turísticos del Cabildo. Este viernes descubrieron el rótulo de la calle de Haría que lleva el nombre de César Manrique y que conduce a la casa museo. Feliciano, "mano derecha" del artista en las obras de sus intervenciones públicas, aseveró que "por muchos reconocimientos que le hagan, Lanzarote nunca le pagará todo lo que hizo por esta isla".
El presidente canario, Paulino Rivero, opinó ayer en Haría que "la voz de César es ahora más importante que nunca para Canarias porque están en riesgo nuestros recursos naturales con los sondeos petrolíferos que Repsol pretende hacer; él estaría en contra de las prospecciones". El presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, dijo que "nunca es tarde para homenajear a César y Haría ha realzado aún más lo que supuso para los conejeros"
CÉSAR
MANRIQUE
