PERSONAJES /  Jordán Franchy /  Portada

 

 


Uno de los poetas canarios que mejor ha cultivado la copla es el bardo lanzaroteño y capitán de la Marina Mercante Francisco Jordán Franchy.

No voy ahora a descubrir la personalidad poética de uno de nuestros mas característicos vates, pues harto conocidos son de mis lectores sus libros de versos y poesía Espigas y Amapolas, Adelfas y cardos, Olas que pasan y Campana de a bordo.

El pueblo, qua liana una extraordinaria finura para saber la que es la auténtica copla, ha consa­grado definitivamente un bellísimo cantar del poeta de referencia. En todos los labios tinerfeños esta vibrando difundida por todos los rincones de nuestra isla, la copla famosa:

Tiene mi santacrucera
de nieve y rosas la cara.
La nieve se la dio el Teide
y las rosas La Orotava.

La versión original de esta es aún más sugestiva y exacta:

Tiene mi santacrucera
nieve y rosas en la cara
¡La nieve se la dio el Teide
y las rosas La Orotava!

Con esta última forma la publicó Jordán en 1906, en la revista literaria Flores y Aromas, dirigi­da por el poeta Matías Real y editada en Santa Cruz de Tenerife, la cual recuerda los años juveniles y las aficiones literarias de uno de los tinerfeños más amantes de las cosas de la tierra: Francisco Martínez Viera, santacrucero a carta cabal, que es autor de un curioso libro inédito, Anales del teatro en Santa Cruz de Tenerife [1949].

En algunos de los libros antes citados aparece Jordán como cultivador de la copla popular, para la que tanta destreza y habilidad posee. Pero no son estas las que me impulsan a escribir, sino las coplas que recientemente le galardonaron en un concurso celebrado en la Ciudad de Las Palmas. Son cien las coplas de referencia. El poeta recibió la grata noticia del galardón en uno de sus viajes a la Guinea.

Revelan estas el espíritu de un trovador, siempre apasionado y siempre juvenil. Jordán, dentro de su apariencia y hosquedad de gigante, oculta el corazón de un Espíritu bueno, caballeresco. A mí me gusta repetir siempre —y en esta coyuntura más que nunca— una frase del escultor Nicolás Granados, quien decía a pintores, escultores, literatos y poetas: Todo artista, lo primero que debe ser es buena persona. Y tenía razón Granados. A un hombre se le puede perdonar que sea hasta genio; pero lo que no se le puede permitir es que sea caballo.

Hecho este paréntesis, tornemos a las coplas del poeta lanzaroteño. Estas son una síntesis de toda la psicología. Unas veces ostentan sua­vidades de madrigal; otras, causticidad de epigrama; y siempre un suspiro del alma.

Razón sobraba al Jurado que concedió el primer premio a las coplas de este exquisito poeta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
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FRANCISCO JORDÁN FRANCHY

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