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Fuente:  La Provincia/Diario de Las Palmas,  10-06-2014

 

 

El municipio de Haría y José Pérez Rodríguez ya están unidos para siempre. Este reconocido empresario del transporte tu­rístico recibió sepultura el pasado domingo en el cementerio norteño. Nunca perdió el contacto con el lugar que le vio na­cer ni con sus paisanos, quienes destacan su pasión por Haría.

 

José Pérez, pasión por Haría

 

El empresario fue funcionario de Correos pero su verdadera vocación era el transporte turístico San Ginés acoge hoy su funeral a las 19.30 horas

 

Aránzazu Fernández

arrecife

 

El empresario del transporte turís­tico José Pérez Rodríguez descansa para siempre desde el pasado domingo en el cementerio de Haría, el mismo pueblo en el que na­ció en octubre de 1939 y por el que "sentía verdadera pasión, al igual que por sus gentes“.  Así lo recordó ayer su amigo y compañero de ter­tulias norteñas Juan Santana, exalcalde del municipio, conversaciones a las que se sumaba otro inse­parable del grupo, Eligió Perdomo Ramírez. Hasta que su delicada sa­lud se lo permitió sus visitas al Valle de las 10.000 palmeras eran constantes. 

"A José, quien era un conversador nato de costumbres, le encan­taba hablar mucho de cómo era la vida antes en Haría, las relaciones en familia, de la gente que tuvo que emigrar, de quién iba, quién venía, tenía una gran memoria" afirmó Santana. Coincidió en señalar con otro de sus allegados más cerca­nos, el abogado Armando de León, "lo afable de su carácter, lo amigo de sus amigos y lo gran trabajador que siempre fue”.  

"Si alguien le pedía un favor, sa­bía que lo iba a cumplir. No se que­daba satisfecho hasta que no lo conseguía y comprobaba que todo había salido bien" aseguro De León, amigo de José desde hace más de tres décadas. 

    El Cabildo y la Policía Nacional distinguieron la labor del emprendedor conejero.

A edad muy temprana José se trasladó con su familia a Las Pal­mas de Gran Canaria, donde resi­dió hasta los 44 años. A pesar de ello nunca perdió el contacto con su Haría natal, municipio en el que pasaba largos periodos de tiempo. 

Estudio en el colegio La Salle y luego se formó como perito mer­cantil. Sacó las oposiciones a Correos, servicio en el que inició su andadura profesional, pero "su ilusión siempre fue el mundo del transporte, en especial el discre­cional dentro del sector turístico”  señalaron ayer sus familiares. 

José y su ahora viuda, Marcela Batista, tuvieron tres hijos: Astrid, abogada, presidenta insular del PP y parlamentaria regional; Néstor, arquitecto residente en Berlín; y Sara, ingeniera. 

En 1968 adquirió su primer microbús, en Las Palmas de Gran Ca­naria y su ambición de crecer le lle­vó a establecerse de forma defini­tiva en Lanzarote en 1984, cuan­do el turismo empezaba a conver­tirse en el motor de la economía in­sular. Guaguas Guacimeta fue una de sus empresas. Presidió la Asociación del Transporte Turístico de Lanzarote (Astratur), integrada en Aetur, entre 1998 y 2003. 

El presidente de Aetur, Victoria­no Elvira, resaltó este lunes "la pre­disposición de losé a la hora de co­laborar siempre y dedicar su tiem­po en beneficio de los demás, cosa que agradece no solo la junta di­rectiva, sino también todo el perso­nal de esta federación” 

El mundo de la restauración fue otra de sus realidades como em­prendedor y puso en marcha el Restaurante Casa el Cura, en el mismo corazón de Haría, en el que sirven especialidades canarias. 

Entre los premios y homenajes recibidos destaca el accésit de co­municación (1995), reconocimiento de la Comisaría Nacional de Policía de Arrecife por su cola­boración en el transporte de inmi­grantes hasta sus centros de acogi­da, y el galardón Importante del Turismo de Lanzarote, otorgado por la Consejería de Turismo Cabildo.